Una vez agotados los recursos mineros en la superficie terrestre, el ser humano se lanzará a una nueva “aventura”: la explotación de los fondos marinos, una atractiva fuente económica de recursos minerales que ahora parece inagotable por la extensión de los océanos. Pero los mares recogen más del 97% de los seres vivos del Planeta, la gran mayoría desconocidos para la ciencia. Su exploración, ante todo sostenible, arrojará luz allí donde reina la oscuridad.