Un robot que puede ser programado para tener una diversa gama de condiciones médicas, desde enfermedades del corazón a estreñimiento, está siendo utilizado por los estudiantes de Farmacia de la Universidad de Bath (Reino Unido). El objetivo, practicar las habilidades de diagnóstico y tratamiento de los pacientes. El SimMan 3G, conocido por los estudiantes como "Simón", es un modelo de tamaño natural que habla, respira y reacciona a los medicamentos de la misma forma que un ser humano real. Aunque los robots se utilizan mucho en la formación biomédica, el departamento de farmacia de la Universidad de Bath posee uno de los primeros en tener uno.
"Es increíblemente realista. Reacciona a los medicamentos de una manera similar a una persona real”, explica Denise Taylor, una de las docentes de Farmacia Clínica en la universidad. "Es un recurso increíble porque ofrece a los estudiantes la oportunidad de practicar técnicas de examen, incluido el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes, en un ambiente seguro".