Una nueva investigación, publicada esta semana en la revista Science, muestra las utilidades de ser un copión. El estudio revela cómo el “aprendizaje social” es común en la naturaleza y generalmente está considerado una parte clave del éxito de la especie humana. El equipo de investigación liderado por Luke Rendell, científico de la Universidad de Saint Andrews (Reino Unido), intentó desvelar el misterio de por qué los individuos se benefician de imitar a otros y cuál es la mejor forma de hacerlo. Por ejemplo, mientras que copiar permite evitar los esfuerzos y riesgos del aprendizaje, también puede aportar información anticuada si el entorno cambia rápida o inesperadamente.
Tomando como base un famoso experimento de Robert Axelrod (publicado en Science en marzo de 1981), los autores diseñaron un torneo por computadora en el que la gente propuso estrategias para ganar un juego, utilizando una combinación de aprendizaje social y otras tácticas. El juego era similar a una máquina tragaperras con 100 brazos, en el que los jugadores podían seleccionar “innovar” (un planteamiento de ensayo y error), “observar” o “explotar” (la única manera de obtener una recompensa) durante múltiples turnos conforme cambiaban las condiciones. Los resultados muestran que la estrategia ganadora dependió exclusivamente del aprendizaje social.