Los niveles de ozono superficial del sudoeste de la Península Ibérica suelen superar en primavera y verano el umbral de protección establecido para las personas y la vegetación por la normativa europea. Así lo reflejan los datos recogidos entre 2000 y 2005 por cuatro estaciones de medición de Huelva, una de ellas situada junto al Parque Nacional de Doñana.