El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, han asistido este lunes a la primera prueba piloto de tracción ferroviaria con gas natural licuado (GNL) de Europa y la primera en el mundo en trenes de viajeros.
El prototipo ha circulado entre Mieres y Figaredo, dos de las estaciones de la línea de cercanías Baíña-Collanzo, en Asturias, donde prestará servicio.
El objetivo de este proyecto, encabezado por Renfe junto con Gas Natural Fenosa y Enagás, es analizar las ventajas ambientales y económicas potenciales que el gas natural puede aportar en el transporte ferroviario por líneas no electrificadas, donde actualmente se usa el diésel.
Los estudios para el sector ferroviario prevén que el GNL, en comparación con el diésel, ofrece una reducción de entre el 20% y el 30% en emisiones de dióxido de carbono (CO2), de entre el 70% y el 90% en el caso del óxido de carbono (CO), del 99% en dióxido de azufre (SO2) y del 90% en partículas.