La competitividad entre los equipos de la NBA es más constante a lo largo de las temporadas que en la liga ACB de baloncesto, donde además cae tras cada edición de los juegos olímpicos. Según un estudio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, las diferencias pueden deberse a razones económicas y de organización: en la NBA solo hay una división, existe un tope salarial y los equipos más débiles tienen acceso a buenos jugadores.