Un equipo internacional de investigadores ha detectado que las temperaturas estacionales en Europa, sobre todo en invierno, se han visto afectadas en los últimos 500 años por factores naturales, como las erupciones volcánicas o la actividad solar, y por actividades humanas como la emisión de gases de efecto invernadero. El estudio, que ha contado con participación española, puede ayudar a comprender mejor la dinámica del cambio climático.