Con los datos provistos por los telescopios Sloan de Exploración Digital del Espacio, en Nuevo México, un equipo de astrónomos ha descubierto que en el universo temprano existió un agujero negro con una masa 12 mil millones de veces superior a la del Sol.
Según las observaciones, publicadas en Nature, el agujero negro se encontraba en el corazón de un cuásar ultraluminoso. Era el objeto más luminoso que se ha descubierto hasta ahora de aquellos primeros tiempos del cosmos.
Se cree que los agujeros negros supermasivos se formaron junto a las galaxias en los inicios del universo. Su aumento de tamaño se debe a la acreción de material de su entorno, a partir del cual se libera energía que vemos desde la Tierra como objetos brillantes: los cuásares.
El equipo, dirigido por Xue-Bing Wu, de la Universidad de Pekín (China), encontró que el cuásar ultraluminoso poseía un agujero negro con una masa tan alta que les sorprendió por lo joven que era –el agujero apareció 'solo' 900 millones de años después del Big Bang–.
El rápido crecimiento de este agujero negro en un periodo corto de tiempo desafía las teorías de crecimiento de los agujeros negros en el universo temprano.