España es, junto a Suecia, uno de los países europeos con mayor producción de madera para pasta papelera, pero usa grandes cantidades de energía. Científicos españoles y suecos han comparado las cargas ambientales procedentes de las operaciones forestales para concluir que el escenario español requiere más energía que el sueco. Proponen mejoras como el uso de biocombustibles para una producción forestal más sostenible.