El calentamiento climático causará, con toda probabilidad, trastornos importantes en la agricultura global a menos que los campesinos consigan adaptar sus métodos de cultivo. El investigador de la Universidad de Washington David Battisti y su equipo consideraron las implicaciones agrícolas de los resultados de 23 modelos climáticos que se utilizaron en la evaluación, en 2007, del Panel Intergubernamental Sobre Cambio Climático sobre las temperaturas de verano para 2050 y 2090. Su conclusión es que existe una alta probabilidad de que a finales de este siglo las temperaturas de temporadas de cultivo en los trópicos y subtrópicos excederán las temperaturas estacionales más extremas registradas entre 1900 y 2006 (en el mapa, las regiones en rojo, con una probabilidad del 90%). En regiones templadas, las épocas más calurosas de las que se tiene registro se convertirán en la norma en varias localidades.
En el futuro, conforme se sucedan con más frecuencia las temporadas de cultivo más calurosas, el estrés sobre ganado y cultivos se convertirá en un fenómeno global, escriben los autores en Science. Para poder compensar el déficit alimentario en una parte del mundo con excedentes en otra, serán necesarias variedades de cultivos tolerantes al calor y a la sequía, así como diversos sistemas de irrigación.
