Un nuevo estudio revela que las grandes desapariciones de la megafauna hace entre 60.000 y 12.000 años se produjeron en los períodos de calentamiento del clima y no durante las grandes oleadas de frío, como se creía hasta ahora. Gracias a los análisis cruzado de ADN de restos fósiles con una nueva escala de temperaturas de la época, los científicos recalcan la importancia de los cambios meteorológicos, frente a la actividad humana, que influyó, pero en menor medida.