Un equipo de investigadores de la Universidad de Valladolid (UVA) y del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA-CSIC) ha demostrado que en las patatas regadas con aguas ricas en arsénico este elemento aparece hasta 35 veces más que en los cultivos que no la utilizan. Los científicos también han confirmado el impacto que tiene el agua con alto contenido en arsénico sobre plantaciones de remolacha, zanahoria y trigo.