Stuart Haszeldine, investigador en la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), ha demostrado que las formaciones rocosas de arenisca bajo el lecho marino son capaces de guardar hasta 150.000 millones de toneladas de CO2. Según el científico, es la única alternativa para almacenar el carbono y lograr la reducción de 2ºC en la lucha contra el cambio climático.