Un equipo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Duke (EE UU) y de la Universidad Católica de Louvain (Bélgica) ha descubierto que el ácido láctico es una importante fuente de energía para las células tumorales. En otros experimentos, descubrieron una nueva forma de destruir las células tumorales peligrosas más difíciles de destruir evitando que produzcan ácido láctico.