Para la puesta en marcha este verano del Gran Colisionador de Hadrones (LHC en sus sigleas en inglés) en el centro de investigación CERN (Ginebra), se han necesitado construir 1.800 imanes superconductores, como el que se puede ver en la foto. Estos imanes se encargan de dirigir los haces de protones para que se produzcan las colisiones de partículas que permitirán resolver algunas de las grandes preguntas de la física.