Una de las posibles aplicaciones de los nanohilos de plata son los espejos de alta reflectividad, utilizados en satélites, y la generación de energía termosolar: “nuestros últimos ensayos nos están dando resultados del 96,5% de reflectividad, frente a recubrimientos basados en nanopartículas de plata, desarrollados por el ITMA en los últimos años, donde sólo se alcanzan valores del 95%, destacan los investigadores.
Para explicar el principio de funcionamiento de los nanohilos de plata, el investigador recurre a la imagen del popular juego de mesa que comienza dejando caer numerosos palitos, que simulan los nanohilos, al azar sobre una superficie: “Cada uno de los puntos en que cada palito toca a otro es un contacto eléctrico”. Por eso, continúa el investigador, cuanto más largos son los filamentos, más posibilidades hay de que utilizando una cantidad menor de hilos se toquen y creen una red entre ellos que conduzca la corriente eléctrica.
Mientras continúan escalando el proceso de fabricación, los investigadores del ITMA explican que están estudiando posibles técnicas para mejorar la conductividad obtenida, que se encuentra dentro de los valores que alcanza el ITO. Según Luis J. Andrés, “al soldar los anillos entre sí, conseguimos reducir la resistencia y aumentar la conductividad entre un 30 y un 45%. Otra línea de investigación que ya tenemos en marcha es utilizar la sinergia comprobada entre los nanohilos de plata y el grafeno”.