Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha detectado en la costas occidentales de África niveles muy elevados de bifenilos policlorados (PCB), compuestos muy tóxicos cuya producción está prohibida en Europa y EE UU desde hace años. Las sustancias nocivas podrían proceder de vertidos ilegales de residuos o de un gigantesco cementerio de barcos en Mauritania.