El rover Curiosity ha confirmado la presencia de moléculas de agua y sustancias con cloro y azufre en el suelo marciano, que además presenta una “química compleja”. Así lo ha indicado esta semana la NASA en la reunión anual de la Unión Geofísica Americana.
En esta cita estaba previsto que se presentara “un dato que estaría en los libros de historia”, según había comentado radiofónicamente el investigador principal de la misión, John Grotzinger, aunque después ha señalado que sus palabras se habían malinterpretado y que todavía falta llegar al destino científico principal: el monte Sharp.
“Los rumores y especulaciones sobre nuevos e importantes descubrimientos de la misión en esta primera etapa son incorrectos… y los instrumentos del rover no han detectado ninguna evidencia definitiva sobre compuestos orgánicos marcianos”, ha zanjado la NASA.
Sin embargo, en base al éxito del aterrizaje del Curiosity, la agencia también ha anunciado esta semana que en 2020 lanzará otro vehículo científico al planeta rojo. "La administración Obama está comprometida con un robusto programa de exploración de Marte", dice el administrador de la NASA Charles Bolden. "Con esta próxima misión, estamos asegurando que EEUU siga siendo el líder mundial en la exploración del planeta rojo, mientras que damos otro paso significativo para enviar seres humanos allí en la década de 2030".