El catedrático de prehistoria de la Universidad de Oviedo Javier Fortea, fallecido el 1 de octubre de 2009, fue el impulsor e investigador principal del estudio científico de El Sidrón. Desde los inicios de los trabajos arqueológicos, en el 2000, hasta su fallecimiento, Javier Fortea dirigió junto con Marco de la Rasilla la excavación, y fue el responsable de confeccionar y organizar el equipo de arqueólogos.
Cuando en 2005 se incorporaron a la investigación de los restos de El Sidrón los estudios genéticos coordinados por Carles Lalueza desde el CSIC, el equipo codirigido por Javier Fortea y Marco de la Rasilla desarrolló y puso en práctica un innovador protocolo de extracción que consiste no sólo en utilizar trajes estériles, sino también en congelar la muestra in situ para evitar contaminar el ADN neandertal con ADN humano moderno.
También se secuenció el ADN de los investigadores, para ver en qué medida se había mezclado con los restos extraídos hasta la aplicación del protocolo: “Las conclusiones apuntaron a que, aunque había partes de ADN de distintos miembros del equipo, el más presente en los restos era el de Javier, puesto que había sido el que más contacto había tenido con ellos”, señala Marco de la Rasilla. Un buen ejemplo de la entrega de Javier Fortea a la investigación de la prehistoria y, en concreto, al yacimiento de El Sidrón. Ahora, su esencia está ya unida a la de los ancestros.
En la imagen, Javier Fortea (en la fila posterior, cuarto por la izquierda); Carles Lalueza y Antonio Rosas (en la fila anterior, primero y segundo por la izquierda respectivamente); y Marco de la Rasilla (fila posterior, primero por la derecha), acompañados de parte del equipo científico de El Sidrón, en las inmediaciones del yacimiento.