Se llama Hesperonychus Elizabethae, no media más de medio metro y cazaba insectos y pequeños mamíferos en los pantanos y bosques del sur de Alberta (Canadá), en el Cretácico Superior. Así era la especie más pequeña de dinosaurio que habitó América del Norte, tal y como ha certificado un equipo de investigadores canadienses en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Hasta ahora no se tenía noticia de dinosaurios de este tamaño, “lo que pone de manifiesto lo poco que sabemos hoy en día, y abre la posibilidad de que existan otros dinosaurios todavía más pequeños que están esperando ser descubiertos”, señala Nick Longrich, paleontólogo de la Universidad de Calgary.
Los restos fosilizados del Hesperonychus, que significa ‘garra occidental’, se recogieron en 1982 en varias localizaciones. El espécimen más importante, una pelvis bien conservada, fue recuperada por la mítica paleontóloga Elizabeth Nicholls, en cuya memoria se ha nombrado a la especie. Los fósiles estuvieron sin ser estudiados durante 25 años hasta que Longrich y Philip Currie, de la Universidade Alberta, retomaron el testigo de Nicholls.