Un equipo internacional de científicos ha descubierto en un yacimiento alemán los restos fósiles de dos tortugas de una especie extinta (Allaeochelys crassesculpta) que murieron en plena cópula hace unos 47 millones de años. El hallazgo, publicado en la revista Biology Letters, es la evidencia más antigua de la reproducción entre vertebrados.
Según los autores, estos reptiles de agua dulce pudieron morir mientras se apareaban en la superficie de un lago que existió en ese mismo lugar durante el Eoceno medio. Al hundirse en aguas más profundas pudieron intoxicarse con las sustancias emitidas por gases volcánicos y quedaron así “abrazadas” en el lecho del lago.