Las moscas de la fruta que carecen de células productoras de feromonas se vuelven sexualmente híper atractivas para las moscas macho. Ésta es la conclusión de un estudio elaborado por investigadores de las universidades de Toronto y California, para estudiar el papel de las feromonas en el apareamiento. Los científicos destruyeron genéticamente las células que producen feromonas de hidrocarbonos en la cutícula de las moscas de la fruta, creando una especie de tábula rasa en la que estudiar la comunicación química. El estudio muestra que un solo compuesto de un tipo específico de célula es suficiente para comunicar la identidad sexual entre moscas de la fruta. Sus conclusiones se publican en Nature.