Cómo afecta el sueño a la actividad cerebral

Cómo afecta el sueño a la actividad cerebral
La expresión de los marcadores sinápticos es baja después del sueño (izda.) y alta después de despertar (dcha.) en la mayor parte de las regiones del cerebro de la mosca. Foto: Chiara Cirelli

Que el sueño tiene un poder reparador es algo que nadie duda. Sin embargo, cómo funciona la fisiología de este proceso biológico básico es todavía algo que los científicos tratan de desentrañar. Ahora, un equipo de la Universidad de Wisconsin ha estudiado la actividad cerebral que se produce antes y durante el sueño, a través de un experimento con moscas de la fruta (Drosophilia). Los investigadores trabajaron con moscas a las que se les privaba de sueño y con otras a las que se permitía descansar, y observaron que se producía una serie de variaciones en unas proteínas localizadas en las sinapsis, unas zonas especializadas de las neuronas que permiten a éstas comunicarse entre sí.

Esto les llevó a formular la teoría de la homeostasis sináptica, que sostiene que las sinapsis crecen y se fortalecen cuando estamos despiertos, aprendiendo y adaptándonos a un entorno en constante cambio. Cuando dormimos, el sueño refresca al cerebro al decrecer las sinapsis y bajar su nivel de fuerza. Este decrecimiento de las sinapsis es fundamental, ya que cuanto mayores sean las sinapsis, más energía y más espacio se consume. El sueño, al permitir que las sinapsis decrezcan, permite ahorrar energía, espacio y material, y así, el cerebro está fresco para poder volver a ‘aprender’ al día siguiente. Sus resultados se publican en Science.

Fuente: SINC / Chiara Cirelli
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