Cuando en junio de 2008 el físico Otger Campàs preguntó en la Universidad de Harvard (EE UU) si accederían a pagar los gastos de Ferran Adrià en caso de que aceptara ir a Cambridge a impartir una charla sobre ciencia y cocina, el profesor David Weitz le respondió de forma afirmativa, pero se preguntó para qué querría ir a la universidad el mejor cocinero del mundo.