Cuando Charles Darwin publicó El origen de las especies hace 150 años evitó explícitamente discutir sobre el origen de la vida. Este hecho, añadido a la mención al “Creador” en el último párrafo del libro, hizo creer que no quiso pronunciarse sobre el tema. Un equipo internacional liderado por Juli Peretó del Instituto Cavanilles de Valencia desmiente ahora esta creencia y demuestra que el naturalista británico sí explicó en otros documentos cómo pudieron emerger los primeros antepasados.