Mientras lee estas líneas, miles de personas están escribiendo páginas de nuestra historia o retratando nuestra era a través de fotos, de blogs o micro-blogs, de páginas personales o de enlaces a cualquiera de las opciones anteriores. Incluso estas mismas líneas han entrado a formar parte de la masa de un inmenso contenedor de información de origen digital que sólo existe en la red, pero ¿qué sucederá en el futuro con todos estos datos? ¿Dónde se quedan las palabras que volcamos a un blog una vez lo abandonamos?