Un estudio internacional revela que la ruptura que causó el terremoto de Chile de 2010 hizo desplazar la falla a una velocidad de más de tres kilómetros por segundo. Los datos se han obtenido a través de un Sistema de Posicionamiento Global (GPS) de alta resolución y han permitido, por primera vez, conocer con más detalle las características de terremotos de magnitud superior a 8,5.