Situado en un antiguo solar abandonado en el centro de Sevilla, el Metropol Parasol será una estructura de hormigón que albergará un museo, un mercado, un restaurante y un mirador. Las obras, que comenzaron en 2005 en la plaza de la Encarnación, se han encontrado con un obstáculo previsible: las altas temperaturas y el sol de justicia que caracterizan el verano sevillano.
Investigadores del Fraunhofer Institute for Wood Research WKI (Alemania) han averiguado con simulaciones las temperaturas a las que podrían llegar los materiales de la obra en verano. Los 60º centígrados que arrojaron sus resultados plantearon un dilema a los promotores de la obra: interrumpirla o buscar un adhesivo capaz de aguantar esas temperaturas. Los ingenieros diseñaron los componentes para ser pegados en vez de atornillados, y sometieron al adhesivo al método del ‘templado’ para mejorar su resistencia a las altas temperaturas, que consiste en calentarlo una vez pegados los componentes, de forma que éste se fragua y mantiene su estabilidad hasta una temperatura de 70º centígrados.