Con cuatro sencillas cámaras digitales compactas de mercado, de las que los turistas utilizan este verano para conservar los recuerdos de sus vacaciones, un ingeniero de la Escuela de Topografía de Ponferrada ha ideado un preciso sistema de medición en tres dimensiones (3D). El dispositivo es capaz de captar imágenes en los tres planos de entre 10 centímetros a dos metros, tanto de objetos como de seres vivos y abarata sensiblemente los costes de los que ya se emplean en fotogametría. El científico, Enoc Sanz Ablanedo, pertenece al Grupo de Investigaciones en Ingeniería Geomática de la Universidad de León.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Yale (EE UU) y de una empresa española ha desarrollado un sistema para detectar en tiempo real los vapores que emite la piel humana. Los científicos piensan que estas sustancias, constituidas fundamentalmente por ácidos grasos, son las que atraen a los mosquitos y las que permiten a los perros identificar a sus amos.
Dispositivos de la ‘nariz electrónica’.
El impacto ambiental de los componentes de un aerogenerador es mucho menor que el generado por las instalaciones eléctricas convencionales, según demuestra en su tesis doctoral el investigador de la Universidad de La Rioja Eduardo Martínez Cámara. Su reciclaje, así como la repotenciación de los parques eólicos, tienen una clara viabilidad ambiental.
Un grupo de investigación alemán ha conseguido lo que otros grupos en Europa y Estados Unidos anhelaban desde hace años: un dialogo directo entre el hombre y la máquina. El Berlin Brain-Computer Interface, como se denomina esta interconexión, ha sido presentado en Salamanca con motivo de la inauguración del Iwaal (International Workshop of Ambient Assisted Living), un encuentro internacional sobre tecnologías aplicadas a personas con discapacidad o dependencia.
Que un robot teleoperado sea capaz de realizar tareas de intervención en el fondo marino es ya una realidad, pero que sea un robot autónomo quien realice este tipo de intervenciones es, actualmente, uno de los retos en los que trabaja la comunidad científica en el campo de la robótica submarina. La consecución de un proyecto así permitiría reducir los esfuerzos económicos y de recursos humanos inherentes a este tipo de intervenciones, ya que no serían necesarios los barcos de apoyo o los cables umbilicales, ni tampoco los pilotos de ROV’s encargados de teleoperar en condiciones que conllevan indudable fatiga, posibilitando además la realización de operaciones imposibles para los sistemas teleoperados y que requieren una conexión continua mediante cable umbilical a un barco de apoyo.
La construcción de la mecatrónica es una de las partes más críticas, ya que no existe actualmente en el mercado.