Más de 30 millones de tuits y la base de datos de Google Books han servido a investigadores de la Universidad de las Islas Baleares para estudiar la distribución, tanto espacial como temporal, de las variantes británicas y americanas del inglés. Los resultados revelan que 23 de los 30 países anglófonos analizados utilizan más el inglés americano que el británico.
Investigadores de la Universidad de Málaga hallan un método para estimar de forma fiable la cantidad y calidad del vocabulario de los hablantes. Los resultados confirman que en los individuos con educación superior y universitaria se concentra el grueso de resultados de mayor riqueza léxica, en concreto, un 40% más que en el de personas no escolarizadas o con pocos años de formación.
Un estudio de la Universidad de Jaén evidencia los beneficios del bilingüismo en el desarrollo de la competencia lingüística en inglés y en el aprendizaje de asignaturas de contenido, así como la ausencia de repercusiones negativas sobre la lengua materna. La investigación realiza un análisis cuantitativo y cualitativo de los programas bilingües en contextos monolingües y abarca Andalucía, Extremadura y Las Palmas de Gran Canaria.
Un equipo internacional de investigadores, con participación de la Universidad de Córdoba, ha utilizado un modelo gramatical complejo para analizar los procesos de formación de nuevas palabras, algo que ocurre en todos los idiomas y que permite que las lenguas sigan vivas.
Una investigadora de la Universidad Jaume I ha creado un marcador clínico en lengua castellana para diagnosticar el trastorno específico del lenguaje, que afecta a entre el 6% y el 7% de los niños menores de siete años. Este trastorno incide en las capacidades orales de los niños, tanto de expresión como de comprensión.
Un proyecto europeo coordinado por la Universidad de Sevilla indaga en documentos de uso cotidiano, como partidas de nacimiento, defunción, testamentos, cartas o inventarios de bienes encontrados en archivos de España y México para explicar cómo la lengua indígena ha ido incorporando palabras y costumbres españolas desde el siglo XVI hasta hoy, y viceversa.
Una investigación internacional con participación de la Universidad Autónoma de Barcelona ha concluido que en más de treinta lenguas diferentes los niños aprenden expresiones que denotan cantidad, como “unos cuantos” o “todos”, de manera similar y predecible, siguiendo un mismo orden.
Una nueva herramienta permite a los científicos modificar el material genético como editores que reescriben el libro de la vida. Esta comparación es solo una de las figuras literarias en torno a los avances de la genética. Desde el comienzo del Proyecto del Genoma Humano en 1990, las metáforas han seguido su ciclo vital: nacen, se instalan, mueren y son reemplazadas por otras. Mientras que en los 2000 el ADN era un mapa a descifrar, con CRISPR ahora es un libro. Estudiosos del lenguaje aseguran que estas imágenes no son inocuas, sino que marcan la evolución de la ciencia.
Un equipo internacional liderado por la Universidad de Cambrigde y en el que participa la Universidad de Córdoba recupera la historia de las mujeres lingüistas amadrinadas por la Royal Society.
Tirabeques, arbechoso brísoles, son tres formas distintas de llamar a los guisantes dentro del territorio español. Al igual que esta legumbre, otras miles de palabras tienen acepciones que han caído en desuso a lo largo de los años. Una web, elaborada por el CSIC, permite comparar, mediante tablas y mapas, las variaciones lingüísticas de conceptos de la vida cotidiana. La página cuenta con una galería de fotos históricas de los objetos descritos y las personas encuestadas.