A la redacción de SINC nos llegan cada semana novedades editoriales sobre ciencia, salud, tecnología y medioambiente. Ahora que acaba el año, cada miembro del equipo recomienda una de esas obras.
Cada final de año proliferan las listas: rankings de noticias, descubrimientos, películas, personalidades, lo más visto, los mejores chistes en Twitter... Como siempre hay hueco para un listado más, desde la redacción de SINC nos hemos tomado la libertad de escoger los libros que más nos han gustado entre las novedades del mercado en 2019. Allá va la selección de nuestra redacción.
Por Verónica Fuentes, redactora de Salud
¿Qué diferencia existe entre ‘inmune’, ‘inmunitario’ e ‘inmunológico’? ¿Por qué no es lo mismo ‘intervención’, ‘operación’ y ‘procedimiento’? ¿De dónde viene la palabra ‘agujetas’? O ¿debemos traducir neologismos como ‘sexting’?
Aunque para el autor de Saque la lengua, Fernando A. Navarro, este libro editado por Cálamo tiene como objetivo principal “acercar a los médicos el placer del lenguaje”, estoy segura de que la obra puede llegar a cualquier lector fuera del ámbito sanitario que esté interesado en el origen y significado de las palabras.
Lo que más me ha gustado de este el cuarto volumen de 'Medicina en español' sobre dudas y curiosidades varias del lenguaje médico es la pasión reflejada por el lenguaje especializado en medicina. De una forma amena, a través de curiosidades científicas y dudas semánticas, te hace reflexionar sobre cómo hablar y escribir con rigor, algo tan importante en nuestros días.
Porque, como decía José Ortega y Gasset, la ciencia empieza en el lenguaje.
Por Adeline Marcos, redactora de Naturaleza
La Navidad es tiempo de regalos, familia, vacaciones y descanso, pero también de relaciones sexuales. Así lo confirman el aumento de la venta de preservativos en esas fechas, las cifras de nacimientos a finales del verano siguiente y de abortos voluntarios a principios del nuevo año.
Pero unos investigadores han encontrado otra manera de detectar en qué momento del año se producen más encuentros sexuales: las búsquedas tecleadas en Google sobre sexo o apps de citas. El resultado demostró una gran regularidad estacional de las épocas de deseo con incrementos en Navidad y comienzo del verano.
Este es uno de los estudios científicos que recoge el periodista francés Pierre Barthélemy en su libro Experimentos de ciencia improbable, editado en español por Blackie Books.
En él, el autor cuenta casos asombrosos de investigaciones tan disparatadas como auténticas que responden a preguntas como si la música country incita al suicidio, si el uso del pantalón daña los testículos o si se nada más rápido en agua que en moco. Todas las respuestas se encuentran en la ciencia.
Por Ana Hernando, redactora de Innovación
Mariana Mazzucato es catedrática de Economía del University College de Londres. En su libro publicado por Taurus El valor de las cosas: Quién produce y quién gana en la economía global argumenta de manera contundente y detallada que los métodos actuales para medir la producción, la riqueza y el valor han sido manipulados para beneficiar el enriquecimiento privado a expensas del bien público.
“¿Estamos seguros de que lo que se considera hoy creación de valor no es en realidad una extracción de valor disfrazada?”, plantea Mazzucato.
Esta economista de origen italiano está convencida de que esto es realmente lo que está sucediendo. Continua así con la idea de su libro anterior, El Estado Emprendedor (2011), en el que exponía los mitos sobre las start-ups y los emprendedores. Estos sectores, señalaba, habían acaparado la idea de que ellos eran los principales agentes innovadores, ignorando el papel inversor del Estado.
Mazzucato recuerda, sin embargo, que internet, el GPS, la pantalla táctil o el algoritmo de Google partieron de investigación básica generada por instituciones públicas.
Bancos, farmacéuticas y empresas tecnológicas son algunos ejemplos que utiliza la autora en su nuevo título para explicar cómo se ha construido el relato sobre quién es productivo en la economía.
“Estas empresas afirman que generan riqueza porque asumen riesgos y por eso merecen los ingresos que obtienen. La realidad –asegura–es que lo que están haciendo es una extracción de valor”.
También se refiere a las patentes, que, en teoría, se crearon para proteger e incentivar la innovación, pero que en muchas ocasiones sirven para garantizar monopolios durante años. Según comenta Martin Wolf en una reseña publicada en Financial Times, “Mazzucato nos obliga a cuestionar creencias arraigadas sobre cómo funcionan las economías y quién se beneficia en realidad”.
Por María G. Dionis, redactora en prácticas
Evitar la muerte y hacer nuestro cuerpo más resistente son el centro del movimiento transhumanista, que cree que podemos (y debemos) utilizar la tecnología para potenciar las capacidades humanas y controlar la futura evolución de nuestra especie. A él ya se han sumado nombres destacados en Silicon Valley, como Elon Musk (Tesla) o Peter Thiel (PayPal).
En Cómo ser una máquina, publicado por Capitán Swing, el periodista irlandés Mark O’Connell se debate entre el miedo y la curiosidad y narra sus peripecias cuando visita la ‘Superbowl de los robots’, un sótano donde se reúnen cíborgs o una instalación de criogenización que almacena las cabezas de sus clientes con la esperanza de que en el futuro se pueda ‘descargar’ su cerebro en un ordenador.
De esta forma, el lector vive con el autor un viaje que empezará con escepticismo y terminará con confusión porque, ¿cuán lejos estamos de ser cíborgs si usamos gafas, un marcapasos o un teléfono móvil que ya es una extensión de nuestro cuerpo?
Por Enrique Sacristán, redactor de Física
“Es de vergüenza que estemos en el siglo XXI y no sepamos siquiera qué hace que funcione la gravedad”. Con esta cita del inventor estadounidense Woody Norris arranca el libro Gravedad, escrito por el divulgador británico Marcus Chown de una forma amena y accesible para el gran público, pero sin perder un ápice de rigor científico en las explicaciones. En España lo publica Blackie Books.
Con la gravedad se produce una paradoja: es una fuerza tan débil que, por ejemplo, la que ejerce un planeta tan grande como la Tierra no impide que podamos despegar el brazo del cuerpo; sin embargo, es a la vez tan poderosa, que mueve planetas, estrellas y galaxias. En realidad controla la evolución y el destino del universo desde su nacimiento.
El autor hace un recorrido por la historia “de esta fuerza que lo explica todo” –el subtítulo de su obra– de la mano de dos científicos fundamentales para la física: Newton y Einstein, pero también repasa descubrimientos recientes como los agujeros negros y las ondas gravitacionales.
Según Chown, si entendemos la gravedad, podremos responder algunas de las preguntas más importantes y apasionantes para la ciencia: ¿qué es realmente el universo?, ¿de dónde salió?, ¿qué es el tiempo?... e incluso descubrir hacia dónde nos dirigimos.
Por María Marín, redactora en prácticas
Ir al supermercado puede dejar de ser un simple paseo rutinario después de leer la obra de José Manuel López Nicolás, investigador y divulgador científico que nos acerca a la ciencia de las pequeñas cosas con Un científico en el supermercado, publicado por Planeta.
A través de doce capítulos en forma de novela, el autor se topa con vecinos, amigos y familiares y aprovecha para explicarnos, con un tono fresco y divertido cómo los gatos beben agua sin salpicar una gota, por qué no podemos entender el baile flamenco sin las matemáticas, qué propiedades tiene la ropa nueva para ser tan cómoda y cómo un personaje de Frozen habría muerto congelado si hubiesen tenido en cuenta la ciencia.
Su intención es hacernos disfrutar más de las cosas después de comprenderlas en su totalidad, ayudarnos a identificar las verdades y mentiras con las que tropezamos a diario y convertirnos en personas más cultas. Porque sí, ser culto no es solo saber de cine y música.
Por Pampa García Molina, redactora jefa
A través de sucesos enlazados, llegó a mi mesa un libro muy pequeño que me ha impresionado. Se llama Ella pisó la Luna: ellas pisaron la Luna y su autora es Belén Gopegui.
En poco más de 80 páginas Gopegui nos cuenta la vida de su madre, Margarita Durán, enfermera, activista de Amnistía Internacional en la España franquista, que quiso estudiar Medicina pero no se lo permitieron; que cuidó a una hija con discapacidad en una sociedad sin ayudas para las personas cuidadoras, y que fue compañera de un hombre que participó en la llegada a la Luna.
Yo desconocía la historia de Marga Durán. Sí sabía sobre su marido, Luis Ruiz de Gopegui, el físico español que desde la estación de la NASA en Fresnedillas fue responsable de que la humanidad recibiera la primera señal del alunizaje. En mayo tuvimos la suerte de entrevistarle en su casa.
En aquellos días, mientras los medios preparábamos contenidos especiales sobre el 50 aniversario del Apolo XI, la escritora Belén Gopegui daba una conferencia sobre su padre y su madre en Madrid dentro del ciclo titulado ‘Ni ellas musas, ni ellos genios’. Yo me la perdí.
Pude conocer a Gopegui (hija) en septiembre, durante la presentación de Ciencia sin ficción, obra colectiva en la que ella escribía uno de los capítulos, y hablamos de su padre, que había fallecido en agosto.
Poco después, Random House publicó un libro con el texto y las fotografías de aquella conferencia cuya protagonista es Durán: “Hay cientos de miles de vidas de mujeres que no solo merecen ser contadas, sino por las que hemos de luchar para que se cuenten, porque ganarle la pelea a las estructuras depende también de las historias que tengamos”.
No puedo juzgar si Luis Ruiz de Gopegui fue o no un genio, pero ahora sí sé que Margarita Durán no fue una musa. Ambos llevaron a cabo proyectos que han mejorado el mundo, y su hija se pregunta qué significa pisar la Luna, qué hitos merecen ser documentados como parte del progreso.
Es hora de cuestionar qué hazañas consideramos tan importantes como para averiguar en las vidas de sus artífices. Y no solo en la esfera pública, también en la vida personal, porque ambas están entrelazadas: “Pregunten a sus madres, mientras puedan. Y si ya no están o si han perdido la memoria, pregunten a las personas que las conocieron. Pregunten, porque cada historia tiene su valor irreemplazable”.