En pleno Mundial de Baloncesto, mientras los jugadores de las distintas selecciones compiten por llegar a la final, fisioterapeutas y preparadores físicos trabajan muy duro para evitar que las lesiones arruinen la competición. Debido a la intensidad con la que se juega, el baloncesto es un deporte de choque con alto riesgo de traumatismos, comparable con el fútbol.
Este verano España es la sede del Mundial de Baloncesto. Hoy la selección anfitriona –una de las favoritas para ganar la competición– juega frente a Senegal. Su éxito depende del talento de jugadores y técnicos, pero también del conocido como ‘entrenamiento invisible’, el que realizan los fisioterapeutas y preparadores físicos de cada equipo.
Desde que comenzara el pasado 30 de agosto, ningún jugador ha sufrido una lesión grave como la que quedó en la retina de muchos aficionados con la escalofriante fractura de Paul George, el alero del 'Team USA' que se partió la pierna durante un partido de entrenamiento de la selección norteamericana para la preparación del Mundial.
George fue a taponar y al caer en el salto la extremidad derecha se dobló de forma impresionante. Pero se trata de casos extremos, las lesiones más específicas en la práctica profesional son, sobre todo, las relacionadas con los tendones (tendinopatías) –especialmente en el tendón rotuliano–; y con los ligamentos, como el esguince de tobillo.
Según Carlos Sánchez, fisioterapeuta del Real Madrid de baloncesto, “mientras que en el caso del esguince de tobillo la causa es traumática, las tendinopatías sí que se producen por una mayor carga en el tendón y un exceso de fatiga sobre la articulación”.
Además, en un Mundial, que se juega prácticamente a diario, hay pequeñas lesiones que se tratan para volver a jugar al día siguiente. “Sobrecargas musculares hay prácticamente en cada partido, al final los jugadores hacen un esfuerzo muy grande y sus músculos necesitan ser tratados, así como drenadas todas las sustancias de deshecho que se producen durante el ejercicio físico”.
Y, ¿cómo se recuperan los jugadores antes, durante y después de un partido? Sánchez nos cuenta que el tratamiento previo está enfocado a la prevención de daños. “Si el jugador ha salido de un esguince de tobillo reciente, podemos hacer un vendaje deportivo para que no haya una lesión durante el partido, tenga menos molestias y se sienta más seguro”.
Durante un partido se pueden tratar solo las lesiones de menor grado y, al finalizarlo, los fisioterapeutas deportivos ayudan a la recuperación con técnicas como la crioterapia, para la recuperación de las articulaciones, y masajes. “El aspecto más importante es el post partido, tenemos que intentar que se recupere bien todo el cuerpo”, subraya.
Un físico extremo
Para estar al máximo nivel, además de sesiones de fisioterapia, es necesario alcanzar el potencial físico necesario para este tipo de competiciones. “Un Mundial es diferente por el ritmo. El descanso, la alimentación, la hidratación y los estiramientos son hábitos importantes de cara al óptimo rendimiento”, explica a Sinc Borja Fermín, preparador físico de la cantera del Real Madrid y anterior jugador del mismo equipo.
Antes de comenzar un partido, el protocolo normal es que los equipos lleguen previamente para realizar una rueda de entradas a canasta, ejercicios de técnica de carrera, de movilidad articular y estiramientos dinámicos para activar un poco al músculo. Y al finalizarlo, estiramientos y reposición de líquidos, hidratos de carbono y proteínas.
“La tendencia es individualizar el calentamiento”, sostiene Fermín. “Se hace de manera general pero atendiendo las zonas más débiles de cada jugador. No le vas a pedir el mismo entrenamiento a un pívot que mide 2,16 que a un base que mide 1.85. Los bases y los escoltas son los que más metros realizan y los pívot los que más saltan y más contacto reciben”.
En el transcurso de un mundial, es difícil jugar partido tras partido. Hasta ahora, existía la idea de que el baloncesto no era tan explosivo como el fútbol. Para el preparador físico es errónea. "El baloncesto incluye muchos cambios de dirección y muchos saltos en los que el jugador no sabe dónde va a caer. Es un deporte de contacto e imprevisible, por eso las articulaciones sufren mucho”.
Apenas a una semana para que se celebre la final, a todas las selecciones clasificadas les esperan partidos cargados de tensión. Esperemos que la competición no se vea salpicada por ninguna lesión que empañe el espectáculo. Y si gana España, mejor.
El baloncesto, como cualquier otro deporte, supone un aumento del gasto energético y es necesario cubrirlo con una adecuada alimentación. “La principal fuente de energía deben ser los carbohidratos”, apunta a Sinc Álvaro Sánchez, nutricionista de los centros de adelgazamiento y nutrición Medicadiet.
“Pan, pasta, arroz, legumbres deben ser la base de un jugador de baloncesto, y es muy importante asegurar su consumo en las tomas anteriores a un partido para llegar con los depósitos de energía llenos”, afirma el nutricionista.
“Durante un partido se recomiendan bebidas energéticas con aporte de glucosa, y en las tomas de después volver a elegir los alimentos anteriores para reponer glucógeno. Esta planificación debe hacerse controlando cantidades de alimentos, tipos de carbohidratos (de absorción lenta o rápida) y horarios de ingesta, ya que si se hace de forma adecuada mejorará el rendimiento notablemente”, destaca.
Los movimientos en baloncesto son muy explosivos –como sprints o saltos–, cambios bruscos de intensidad que requieren una producción de energía rápida o anaeróbica, lo que hace que se agoten antes los depósitos de glucógeno o la reserva de energía del músculo formada por hidratos de carbono. Cuando estos depósitos se agotan, aparece la fatiga.
Para prevenir dicha fatiga muscular y lesiones tienen un papel importante ciertas vitaminas y minerales presentes en los frutos secos y, por supuesto, en la fruta, que aporta carbohidratos en forma de fructosa. El agua es un nutriente más, reponer líquidos es imprescindible para evitar la deshidratación, que conlleva fatiga e incluso riesgo cardiovascular.
“El aporte de proteína tampoco debe descuidarse para recuperarse tras el desgaste muscular, especialmente en baloncesto ya que hablamos de deportistas altos y con una masa muscular muy desarrollada que poseen unos requerimientos de proteína mayores. Sin embargo, es importante ordenar bien las tomas y las cantidades para que las digestiones no sean muy pesadas”, concluye el experto.