El sueño de viajar desde Sevilla hasta Londres sin bajarse del AVE será una realidad a finales de la próxima década. En febrero estará finalizado el tramo transfronterizo entre Figueres (Girona) y Perpiñán, lo que permitirá conectar por primera vez en la historia a España y Francia mediante una línea de alta velocidad. En 2012 se completará el trayecto Barcelona-Figueres, y unos años más tarde el de Perpiñán a Nimes, desde donde hoy ya parten los trenes a más de 300 km/h, con destino a París y Londres.
Un viajero que tome hoy el AVE en la estación sevillana de Santa Justa se puede presentar en el centro de Barcelona en poco más de 5 horas y media. Pero si esta persona quisiera continuar su viaje en un tren de alta velocidad hacia otros países europeos tendría que esperar en la capital catalana al menos tres años. Durante este tiempo podría conocer la evolución de la nueva estación de la Sagrera, desde donde partirán los trenes de alta velocidad hasta la frontera francesa, en principio, en 2012.
Los trabajos del tramo entre Barcelona y la localidad gerundense de Figueres los tiene encomendados ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), una entidad pública empresarial dependiente del Ministerio de Fomento. El gabinete de relación con los medios de esta compañía ha confirmado a SINC que se encuentra en obras todo el trazado, aunque en diferentes fases de ejecución. Así, por ejemplo, ya está finalizada la plataforma y se ha iniciado el montaje de vía entre La Roca y Girona, ciudad donde la empresa ferroviaria también está construyendo los túneles urbanos y la estación.
La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, ha informado que este proyecto estará finalizado en 2012, y los responsables de ADIF confirman que la obra pública que les corresponde no se verá afectada en ningún momento por la crisis actual. En cualquier caso, estaba previsto que este trayecto estuviera finalizado en 2009, y el retraso obligará a compensar al consorcio encargado de construir y explotar el siguiente tramo: la línea transnacional entre Figueres y Perpiñán.
Encuentro ferroviario histórico entre España y Francia
La sociedad concesionaria del proyecto, construcción y explotación (durante 50 años) de este tramo es TP Ferro, integrada a partes iguales por un grupo empresarial español y otro francés. En febrero la compañía pondrá en funcionamiento esta línea transnacional de alta velocidad, de unos 45 kilómetros de longitud. Para ello los ingenieros han tenido que sortear la barrera de Los Pirineos mediante la construcción del túnel del Pertús, con una longitud de 8,3 kilómetros, además de levantar diez viaductos (seis en España y cuatro en Francia) y 25 puentes. También se ha construido una infraestructura denominada “salto del carnero”, un cruce de las dos vías a distinto nivel para invertir el sentido de circulación de los trenes, ya que en España transitan por la derecha y en Francia por la izquierda.
Los AVE, a diferencia de los trenes convencionales, ya circulan en España por vías con el ancho internacional (1.435 mm), y la unión por este paso transfronterizo eliminará la barrera histórica que los separaba del resto de Europa. La nueva línea está preparada tanto para la circulación de pasajeros, a más de 300 km/h, como de mercancías, aunque en este caso a menor velocidad. Hasta ahora el “aislamiento” de los ferrocarriles españoles obligaba a cambiar los ejes de los vagones en la frontera, lo que tradicionalmente ha desanimado a los operadores comerciales. Cuando se abra la nueva línea hasta la frontera francesa, el tráfico de mercancías se podría incrementar desde los 2,5 millones de toneladas actuales hasta los 4,2 millones, según señala un estudio liderado por investigadores de la Universidad Politécnica de Catalunya y publicado recientemente en la revista Transport.
Las cerca de tres horas de tren entre Barcelona y Perpiñán se reducirán a poco más de 45 minutos en 2012, cuando finalice el trazado entre las dos ciudades. Es entonces cuando el Gobierno pretende situar a España como el país del mundo con más kilómetros de alta velocidad en explotación, con más de 2.200 km en servicio, por delante incluso de países con gran tradición en este medio de transporte, como Japón y Francia.
Una proyección para 2020
El país galo también ampliará su red de trenes de alta velocidad en los próximos años. Los estudios previos y los trámites de información pública para unir Perpiñán y Montpellier se realizarán este mismo año, aunque la puesta en marcha está prevista para 2020, según ha confirmado Alexandra Prat, responsable de prensa de la SNCF (Société Nationale des Chemins de Fer Français).
Prat también explica que, entre 2014 y 2015, una sociedad público-privada pondrá en funcionamiento la circunvalación ferroviaria de Montpellier y Nimes, desde donde hoy se puede enlazar con la red de líneas de alta velocidad francesas que conducen a París, Londres –atravesando el eurotúnel bajo el Canal de La Mancha-, y otras ciudades europeas. SNCF y RENFE pretenden explotar especialmente la unión París-Madrid aunque, mientras no hayan finalizado las obras previstas, las dos compañías utilizarán “soluciones transitorias”.
En un futuro cercano se podrá viajar desde el sur de España hasta el resto de Europa sin bajarse de un AVE, y no sólo por Cataluña, también a través de la “Y” vasca, que enlazará con los trenes de alta velocidad del suroeste de Francia. El ferrocarril de los próximos años ayudará a reducir el tiempo de los desplazamientos por el continente, y sus promotores apuestan por convertirlo en un fuerte competidor del avión.
Según el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT), España dispondrá de 10.000 km en líneas de alta velocidad en 2020, y todas las capitales de provincia estarán conectadas a esta red. Ese año, una vez se completen las infraestructuras francesas, se podrá viajar desde Sevilla hasta Londres a toda velocidad. La Giralda y el Big Ben estarán un poco más cerca.