Incendios: causas naturales y predicciones

Investigadores del grupo de Física de la Atmósfera de la Universidad de León colaboran con el Centro para la Defensa contra el Fuego, institución dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, en un proyecto para analizar las condiciones meteorológicas que dieron lugar a incendios por causas naturales en la comunidad en los últimos 20 años. Los incendios por causas naturales (el 8 por ciento de los que se producen en la región, según los expertos) son provocados generalmente por rayos, por lo que se pretende estudiar las situaciones atmosféricas que los generaron. Con esta información se pretende elaborar un modelo que ayude a predecir el riesgo de incendios por esta causa.

Eduardo García Ortega, profesor del área de Física Aplicada e investigador del grupo de Física de la Atmósfera de la Universidad de León.

Eduardo García Ortega, investigador del grupo de Física de la Atmósfera de la Universidad de León, explica a DiCYT que "los rayos están asociados a la actividad convectiva en la atmósfera", es decir, a la formación de tormentas. Sin embargo, para que finalmente se produzca este fenómeno tienen que confluir una serie de condiciones en varios niveles: a nivel local, se tiene que producir, por ejemplo, un fuerte calentamiento en superficie que desencadene la convección (el aire caliente sube por su menor densidad, enfriándose en su ascenso y condensando el vapor de agua que contiene para formar nubes).

A una escala mayor se tienen que dar una serie de condiciones meteorológicas que favorezcan la aparición de tormentas. Se trata de estudiar la evolución y el estado de la atmósfera a escala sinóptica (miles de kilómetros). Los patrones que se obtienen, a distintas alturas, informan acerca de la entrada de masas de aire o de la dirección del viento. "Estos factores a escala sinóptica combinados con las condiciones locales pueden dar lugar a situaciones críticas precursoras de incendios por causa natural", asegura Eduardo García. Así, los investigadores de la Universidad de León realizarán un estudio de estas dos situaciones atmosféricas (a nivel local y sinóptica) en el momento en el que se produjeron incendios en la comunidad.

Información histórica

Para ello cuentan con la base de datos del Centro para la Defensa contra el Fuego, un registro de los incendios forestales en la región de los últimos 20 años que contiene información diversa (fecha, hora, coordenadas de iniciación, etc.). A partir de estos datos, los científicos del grupo de Física de la Atmósfera compararán con un histórico de mapas recogidos obtenidos de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration, de Estados Unidos) para determinar qué situación atmosférica hubo el día que se produjo el incendio por causas naturales a partir de unos campos meteorológicos de interés: presión atmosférica en superficie, temperatura (tanto en superficie como a niveles medios), altura de geopotencial (indica cómo se comporta la presión en altura), humedad relativa, velocidad del viento, etc.

"Con estas variables se describirá el estado de la atmósfera en cada una de las situaciones pasadas donde se registraron incendios por causas naturales", asegura el investigador. A partir de aquí, se cruzarán los datos sobre el estado de la atmósfera en Castilla y León en el pasado y los incendios por causas naturales con el objetivo de "establecer patrones atmosféricos a gran escala a partir de los cuales se pueda predecir un riesgo de incendio por causas naturales". Esto se pretende hacer de forma numérica, realizando una clasificación objetiva de las situaciones sinópticas y la aparición de incendios.

Modelos más precisos

Según Eduardo García, el objetivo final será establecer un método de predicción basado en análogos, es decir, que determine el riesgo de incendio a partir de la predicción meteorológica y su comparación con situaciones similares del pasado que dieron lugar a incendios forestales. Para el investigador, éste sería un método complementario al que ya utilizan en el Centro para la Defensa contra el Fuego, donde se valoran una serie de índices atmosféricos de la predicción. "Unificando estas dos modelos de predicción y de la información sobre el combustible se puedan obtener modelos más precisos", asegura. El proyecto, que tiene una duración de 3 años, está financiado por la Junta de Castilla y León.

El investigador de la Universidad de León Eduardo García Ortega asegura que para realizar estos modelos de predicción de riesgo de incendios por causas naturales se necesitará procesar grandes cantidades de información, unos 5.000 mapas de situaciones sinópticas del NOAA. Este trabajo, así como la comparación de los datos extraídos con las bases de datos del Centro para la Defensa contra el Fuego, se realizará en potentes ordenadores del Instituto de Medio Ambiente. Según García Ortega, este tipo de predicciones por análogos aplicadas a los incendios no está muy extendida en España, salvo en Cataluña, aunque se practica mucho en Estados Unidos.

Fuente: SINC
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