En un momento de crisis económica muchos gobiernos están aplicando severos recortes en la inversión en ciencia, y sobre todo en ciencia básica, lo que para el Nobel de Física en 1980 es un “tremendo error”. James Cronin ha intervenido en la IV Edición del Programa ConCiencia con la conferencia ‘Algunas viñetas en la historia de la investigación en rayos cósmicos’, en el Centro Gallego de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela.
En un encuentro con medios de comunicación en Santiago de Compostela, el profesor de la Universidad de Chicago ha advertido del peligro que supone reducir el gasto público en ciencia básica para destinarlo a ciencia aplicada, lo que tendría un “importante impacto negativo” sobre el conjunto de la actividad científica.
De hecho, el y el profesor Alan Watson, que también ha comparecido en la rueda de prensa, trabajan en ciencia fundamental intentando esclarecer la detección de rayos cósmicos ultra-energéticos, las partículas más raras y energéticas del Universo que cuando golpean la atmósfera de la Tierra producen ‘duchas’ de aire extensas compuestas de unos mil millones de partículas secundarias. Todo su trabajo desembocó en proyecto Pierre Auger, el experimento más grande hasta la fecha para medir esos rayos y cuyos resultados ayudarán a comprender mejor la materia del Universo.
El estudio de las posibles formas de estas partículas,“difíciles de aprovechar energéticamente”, será “muy útil” para conocer los objetos que las están produciendo y así saber más sobre la materia”, ha indicado Watson.
Colaboración con la USC
La construcción del emplazamiento sur del Observatorio Auger remató en agosto de 2008 en Argentina, con el esfuerzo de 17 países y más de 400 científicos de instituciones de todo el mundo, entre las que ocupa un lugar destacado la Universidad de Santiago. Fue precisamente la estrecha relación que existe entre Cronin y Watson y el grupo que dirige el profesor Enrique Zas lo que ha hecho posible su participación en el proyecto.
Concretamente, la contribución material de España al Observatorio ha sido a través del grupo de la USC con los paneles solares que construyó la empresa Isofoton. Pero además los dos científicos han querido reconocer el trabajo de los investigadores compostelanos, “de repercusiones directas en el proyecto”, que estudian las partículas que llegan a la tierra con mucha inclinación.
Científicos responsables
Preguntado por los riesgos del trabajo del científico, Cronin ha admitido una responsabilidad directa de este sobre sus resultados, “aunque en muchas ocasiones uno no sabe cual va a ser la aplicación que finalmente se le va a dar”. “Eso sí, -ha matizado- el investigador conoce perfectamente las potencialidades de su descubrimiento”, haciendo una clara referencia a la clonación de la que, ha dicho, su mal uso presenta “importantes y conocidos peligros potenciales”.