El aeropuerto de Madrid-Barajas acogió el pasado 26 de junio el primer ejercicio internacional de Protección Civil organizado en España. Cerca de 600 personas participaron en un simulacro de accidente radiológico en el que un avión de pasajeros chocó contra un almacén de sustancias radiactivas. El escenario congregó a los servicios de emergencia del aeropuerto, profesionales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y ENRESA, la Unidad Militar de Emergencias, personal del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, además de unidades especializadas de Alemania, Bélgica, Francia, Grecia, Italia y Portugal.
Un avión con unas 130 personas a bordo se acaba de salir de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Madrid-Barajas. La aeronave impacta contra un hangar que almacena sustancias radiactivas, se produce un incendio y se libera material radiactivo. Hay multitud de víctimas de varias nacionalidades y riesgo radiológico para la población y el medio ambiente.
Este es el escenario que Aena y la Dirección General de Protección Civil, en el marco del Mecanismo de Cooperación en Protección Civil de la Unión Europea, plantearon para un simulacro de emergencia el pasado 26 de junio. El objetivo, ensayar los procedimientos de colaboración entre las distintas unidades de intervención nacionales y de diferentes Estados de la UE en caso de un accidente de este tipo.
En el simulacro se utilizaron los equipos de emergencia del aeropuerto e intervinieron más de 100 personas de diferentes colectivos de Aena, como el Servicio de Extinción de Incendios, Servicio Médico, Centro de Gestión Aeroportuaria, Señaleros, Agentes de Atención al Pasajero y Usuarios, Torre de Control, además de otros colectivos, como el Servicio de Seguridad Aeroportuaria, Chaquetas Verdes y personal de empresas de handling.
La Policía Científica realizó la identificación de las víctimas.
La Unidad Militar de Emergencias (UME) participó con dos equipos de Búsqueda y Rescate compuestos por 18 militares para las labores de evacuación de fallecidos y heridos del avión accidentado. La Policía Científica realizó la inspección ocular, el reportaje fotográfico y videográfico del lugar del accidente, la identificación de las víctimas (tanto en el avión como en el edificio con las fuentes contaminantes) y ha ordenado el traslado de los cadáveres, etiquetados y con necroreseña, a la “morgue” habilitada al efecto.
Para realizar las tareas que tenía encomendadas, la Policía ha utilizado un camión L.A.E (Laboratorio de Actuaciones Especiales) dotó con toda la equitación necesaria -equipos de identificación de cadáveres y recogida de muestras, mesa de autopsias portátil, equipos de fotografía y vídeo, equipos de inspecciones oculares-, además de dos furgonetas L.A.E totalmente equipadas y dos vehículos todoterreno.
El equipo de CSN medía los niveles de radiación ambiental.
El Consejo de Seguridad Nuclear activó su unidad de intervención y trasladó a la zona del accidente a un equipo para medir los niveles de radiación ambiental e identificar los radioisótopos presentes. Con esta información delimitó la zona en la que se establecieron los controles de acceso. Además, midió con detectores una posible contaminación de los grupos operativos y de las supuestas personas accidentadas. También comprobó la efectividad de la descontaminación.
En el lugar del accidente se desplegaron los medios técnicos necesarios y se siguieron las indicaciones para entrar en la 'zona caliente' con los equipos de protección adecuados para la situación Nuclear, Radiológica, Biológica y Química (NRBQ) generada. La Unidad Técnica NRBQ del Servicio de Desactivación de Explosivos y Defensa de la Guardia Civil ayudó a reducir los efectos derivados de las sustancias derivados de las sustancias radiológicas.
Seis países respondieron a la solicitud de España a través del Mecanismo Europeo de Protección Civil planteado para estos casos. Bélgica y Grecia trabajaron en temas radiológicos con el CSN. Italia y Alemania aportaron bomberos para rescatar a las víctimas. Francia ha participado en el simulacro a través de la Unidad de Recuperación de material radiactivo y descontaminación, y Portugal con tres técnicos de la Unidad de Psicólogos.
Los Servicios de Emergencia Sanitaria del Ayuntamiento de Madrid (SAMUR- Protección Civil) participaron con 114 efectivos entre médicos, enfermeros, especialistas en descontaminación de pacientes y otros técnicos. La Comunidad de Madrid envió a 35 profesionales y activado su camión de catástrofes. El Hospital Gregorio Marañón también se mantuvo en alerta, ya que cuenta con el único centro de radiopatología y protección de España para asistencia sanitaria.
El simulacro se ha realizado en el aeropuerto de Barajas.
Este simulacro forma parte de los actos de la Presidencia Española del Consejo de la UE, que lo ha cofinanciado, en un escenario de aproximadamente 50.000 m2. Las cerca de 600 personas que participaron -entre medios operativos y recursos nacionales e internacionales, figurantes, organización y apoyo- confían en que un accidente como éste no se llegue a producir. Pero en caso contrario estarán bien preparadas.