Investigadores de la Universidad de Granada han desarrollado una técnica que permite saber si la piel de una persona sufrirá quemaduras al someterse a un tratamiento dermatológico mediante luz pulsada. El sistema, que ya ha sido patentado, permite determinar la sensibilidad de la piel a la radiación en el mismo instante del tratamiento.
Pese al auge experimentado en los últimos años en la industria de fabricación y mantenimiento de equipos de luz pulsada y en clínicas de tratamientos dermatológicos, en la actualidad no existe un método exhaustivo que permita determinar la susceptibilidad de un paciente a sufrir quemaduras por exceso de absorción de radiación.
Ahora Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) han desarrollado una técnica que permite saber si la piel de una persona sufrirá quemaduras al someterse a un tratamiento dermatológico mediante luz pulsada, como puede ser IPL (Intense Pulsed Light), o luz pulsada láser. Estos sistemas son muy utilizados en tratamientos dermatológicos como la fotodepilación, el rejuvenecimiento de la piel y la eliminación de acné o lesiones vasculares.
El nuevo método ha sido patentado a través de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), y permite determinar la sensibilidad de la piel a la radiación en el mismo instante del tratamiento dermatológico. Mediante la aplicación de luz pulsada en diferentes zonas de piel, el sistema analiza la evolución temporal de la respuesta térmica de la piel del paciente, y proporciona información inmediata sobre el riesgo de que el sujeto pueda sufrir quemaduras.
Como explica Andrés Roldán Aranda, el autor principal de esta invención y profesor de Electrónica y Tecnología de los Computadores de la UGR, “este método se implementa en un dispositivo electrónico que se puede incorporar a aparatos de luz pulsada ya existentes, o bien integrarse en nuevos dispositivos”.
Clínicas dermatológicas
Los investigadores también han desarrollado un aparato capaz de monitorizar la temperatura de la piel de la persona cuando recibe los efectos de pulsos de radiación luminosa generados por aparatos que utilizan luz pulsada láser o IPL.
“Un dispositivo de estas características supone una ventaja competitiva para las clínicas dermatológicas y particularmente para los servicios de fotodepilación, ya que permitiría descartar los casos de mayor riesgo de quemaduras y evitar así las demandas por lesiones derivadas de éstas”, destaca Roldán.
En la actualidad, los científicos de la Universidad de Granada buscan empresas interesadas en acuerdos de licencia y en llevar a cabo proyecto conjuntos para seguir desarrollando esta invención.
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