La Universidad de Sevilla, en colaboración con el Hospital Universitario Virgen Macarena, acomete un proyecto del Plan Nacional I+D+i que tiene el objetivo de mejorar la capacidad de los profesionales sanitarios para evaluar, de forma más precisa, el deterioro cognitivo que sufren los pacientes afectados con Esclerosis Múltiple
El profesor Manuel Vázquez Marrufo de la Universidad de Sevilla, perteneciente a un grupo de investigación multidisciplinar, en colaboración con el Hospital Universitario Virgen Macarena, es el responsable de un proyecto del Plan Nacional I+D+i que tiene el objetivo de mejorar la capacidad de los profesionales sanitarios para evaluar, de forma más precisa, el deterioro cognitivo que sufren los pacientes afectados con Esclerosis Múltiple.
En concreto, la Unidad de Neurociencias del Hospital Universitario Virgen Macarena colabora con el equipo multidisciplinar de investigación del profesor Manuel Vázquez Marrufo de la Hispalense para caracterizar el daño que padecen estos pacientes y medir, por ende, sus posibles consecuencias en la vida cotidiana de los afectados, es decir, llegar a comprender problemas característicos de esta enfermedad, como pueden ser las alteraciones emocionales, memoria, atención, etc.
El estudio, Evaluación Psicofisiológica de un Programa de Rehabilitación Cognitiva en Pacientes con Esclerosis Múltiple, tiene también como objetivo mejorar las capacidades cognitivas de los pacientes a través de un programa de rehabilitación desarrollado por el propio equipo de investigación y diseñado por un equipo de neuropsicólogos. “El proyecto parte de una investigación anterior donde comprobamos la existencia de un potencial marcador en el electroencefalograma, capaz de indicar cuándo el cerebro está en el momento óptimo para recibir los programas de rehabilitación. Por un lado, los pacientes que recibían el programa de rehabilitación obtenían mejores puntuaciones neuropsicológicas, es decir, mejoraban sus capacidades cognitivas. Además, también sus respuestas en el laboratorio fueron positivas”, explica el doctor Vázquez Marrufo y añade: “Estos resultados nos invitaron a constatar también si realmente se producen diferencias relevantes entre aplicar el programa mediante sesiones de trabajo específicas con un neuropsicólogo o con un programa diseñado por este experto, pero desarrollado principalmente por el paciente en su casa. Esta comparación permitiría racionalizar los costes de la rehabilitación cognitiva en los pacientes con daño cerebral”.
Un estudio longitudinal
Este trabajo conjunto acaba de concluir la primera fase, en la que los expertos han seleccionado a los pacientes que participarán en el proyecto. Así, ya han identificado a 25 personas que sufren esta enfermedad en colaboración con el Hospital Universitario Virgen Macarena.
Tras esta primera etapa, el equipo de neuropsicólogos realizará una evaluación inicial de su deterioro cognitivo a la que se sumarán un conjunto de pruebas psicofisiológicas que combinan el estudio de la capacidad cognitiva del individuo con múltiples variables biológicas.
“Es a continuación cuando el enfermo empieza el programa específico de rehabilitación que dura tres meses. En él, el paciente realiza 24 sesiones de rehabilitación directamente con el neuropsicólogo o en su casa, después de que el experto le ha informado de cómo debe hacerlo”, matiza el investigador principal del proyecto.
Tras este periodo el paciente vuelve a ser monitorizado para comprobar la evolución en sus capacidades cognitivas tras el programa de rehabilitación. A continuación se procede a un periodo de tres meses sin ningún tipo de tratamiento para realizar una nueva monitorización. De esta forma, los investigadores evalúan las mejoras cognitivas y comprueban si el paciente muestra o no mantenimiento de los beneficios del programa de rehabilitación a lo largo del tiempo.
Respecto a sus posibles aplicaciones, la principal, es la mejora en la evaluación cognitiva de las personas que padecen Esclerosis Múltiple. “La integridad de la capacidad cognitiva en los pacientes neurológicos es un asunto poco abordado en la mayoría de las ocasiones. Posiblemente haya cierto pudor todavía a tratar abiertamente las alteraciones que se producen en la memoria, la capacidad de prestar atención, etc. Sin embargo, la OMS advierte que es fundamental para la percepción de la calidad de vida del paciente (y de sus cuidadores) cómo se percibe a sí mismo desde el punto de vista cognitivo”, explica el profesor.
Por otro lado, la segunda aplicación consiste en determinar si el programa de rehabilitación planteado por los investigadores resulta útil en la recuperación del paciente. “Es importante comprender si los efectos positivos del programa se mantienen a lo largo del tiempo o es necesario un tratamiento crónico de la cognición”, concluye el responsable principal del proyecto, Manuel Vázquez Marrufo.