Investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) han desarrollado un dispositivo para medir la fuerza y dirección del viento incorporando los sensores a un globo aerostático. El sistema está diseñado para entornos marinos.
Miembros de la Facultad de Física de la UB han creado un sistema innovador de prospección eólica diseñado para poder aplicarse especialmente en entornos marinos. El proyecto se basa en un globo aerostático del que cuelga un módulo con sensores meteorológicos y otros sistemas de posicionamiento que permiten saber, en cada momento, cuál es la fuerza y la dirección del viento, independientemente de la orientación del globo.
El prototipo, que ha sido coordinado por el profesor Bernat Codina, del Departamento de Astronomía y Meteorología de la UB, y que ha desarrollado Andriy Lyasota, ingeniero aeronáutico ruso -actualmente alumno del máster universitario de Ingeniería en Energía (UB-UPC)-, permite enviar los datos mediante una conexión Wi-Fi a la unidad de seguimiento y registro. El módulo de sensores, además, dispone de luces de posicionamiento y de anticolisión que permiten mantener el globo elevado de forma permanente.
El globo mide tres metros de largo y tiene una forma similar a una oblada. Gracias a este diseño puede soportar vientos de hasta 150 km/h y alcanzar una altura de 150 metros mediante un cable que soporta 600 kilos. En la fase inicial del proyecto los investigadores han fabricado un prototipo real del sistema, y las primeras pruebas de vuelo y de obtención de datos "han sido muy prometedoras", según sus creadores.
"La tecnología actual nos ha permitido recuperar la idea de utilizar un globo aerostático e incorporar en él todo un equipo de sensores que en conjunto pesa cuatro kilos", explica el profesor Codina.
Está previsto que en el futuro la energía eólica se desarrolle, sobre todo, en el entorno marino. Hasta ahora, los estudios previos para detectar los emplazamientos idóneos se han hecho instalando torres meteorológicas u otros sistemas de medida sobre plataformas marítimas que requieren grandes inversiones.
El sistema desarrollado en la UB permitiría instalar el globo aerostático en una boya flotante, lo que aportaría una reducción significativa de costes en la campaña previa de prospección.
Por otra parte, tal y como apunta Andriy Lyasota, "este sistema permitiría minimizar el impacto ambiental en el fondo marino, ya que no requiere ninguna edificación". Sin embargo, el experto concluye que habría que resolver algunos retos tecnológicos, "como conseguir que pueda aguantar hasta un año en condiciones extremas", para poder aplicarse en prospecciones eólicas.