El profesor de la USC Xosé Manuel Santos Solla recomienda que, para mejorar la oferta turística, “hace falta ampliar el número de actividades innovadoras y especializarlas”. Esta es una de las aportaciones del proyecto de investigación titulado ‘Estudio de las necesidades de alojamiento turístico en las ciudades y pueblos históricas de Galicia: caracterización y análisis’.
Santos Solla, director del trabajo, destaca que “no es suficiente con la llegada de visitantes”. Para conseguir más demanda de alojamiento turístico, son necesarios “productos que entretengan a largo de la estancia”. Por eso, el investigador advierte de la necesidad de una mayor profesionalización con el objetivo de conseguir la creación de bienes materiales e inmateriales y su correcta puesta en marcha. “Mejorar el turismo gallego pasa por una mayor formación de los empleados en el sector”, comenta.
Sobre el alojamiento en Galicia, el investigador de la USC añade que en el futuro debemos cambiar el sistema de segunda residencia, sobre todo en los pueblos del litoral. “Es un modelo muy agresivo con el medio ambiente” porque “tener otra casa consume mucho territorio”, lo cual es “cada vez más escaso”. Al mismo tiempo, Santos Solla subraya que su tiempo de uso es de 45 días al año, “período limitado para el coste económico y social que ocasiona”.
Los ayuntamientos gallegos promovieron este tipo de turismo porque era rentable a corto plazo pero, en el futuro, resultó ser negativo para el desarrollo de las políticas sociales locales “pues parte importante de las viviendas del lugar apenas son habitadas”. También tiene repercusiones en el ámbito laboral ya que genera más empleo un hotel a medio y largo plazo, explica el profesor.
Las ciudades concentran el 93 por ciento de las plazas en hoteles de cuatro y cinco estrellas y el gasto por visitante es superior. En la urbe dejan una media de 59,2 euros al día frente a los 44,5 euros en los pueblos. No obstante, en las ciudades también se encontraron problemas como el tráfico, la mala señalización y carteles o la baja calidad del servicio tanto en el alojamiento como en los restaurantes, según los resultados de las encuestas hechas a los visitantes.
Turismo en los pueblos
En contraste con el turismo urbano, la investigación recoge que los pueblos tienen más problemas de hospedaje, menos profesionales formados en el sector y una oferta basada principalmente en los recursos patrimoniales. Otros defectos detectados por el estudio son la inexistencia de imagen de marca, mercados sin priorizar, visión localista y escasez de producto turístico.
El profesor subraya que, con frecuencia, “la elevada inversión pública no genera los beneficios esperados”. Además, existe un predominio del excursionismo, lo que implica muchos visitantes temporales no alojados en el lugar.
Por otra parte, Santos Solla diferencia la situación de los pueblos de interior cuya oferta es escasa ante el crecimiento de la demanda. En estas zonas, cada vez más turistas aprecian su cultura, gastronomía y tranquilidad.
La muestra
La investigación analizó el perfil de la demanda y las dinámicas turísticas. Los datos se recogieron en 2007 a través de una encuesta a 625 establecimientos y 30.000 plazas, cuestionarios a 1.600 visitantes y preguntas a 110 expertos como directores de hoteles, responsables locales de turismo o gobernantes, entre otros. En concreto, la información la recogieron los científicos del Centro de Estudios e Investigaciones Turísticas (CETUR), Laura Pena y Tomaso Lenzani.