La mayoría de las personas con alguna discapacidad en España afirma que las nuevas tecnologías han mejorado su calidad de vida. Según un informe de la Fundación Adecco y Keysight Technologies, las personas con discapacitad visual son las que más las emplean (77%), seguidas de la auditiva (73%), física (65%) e intelectual (50%).
En los últimos años, las aplicaciones móviles han supuesto toda una revolución tecnológica. Algunas en particular dan servicios más específicos y se han convertido en auténticas aliadas para las personas con discapacidad, permitiéndoles normalizar muchos aspectos de su vida.
De acuerdo con los últimos datos publicados en el Informe Tecnología y Discapacidad, realizado por la Fundación Adecco y Keysight Technologies, en España un 60% de las personas con discapacidad son usuarios de apps específicas.
Estas tecnologías permiten comunicarse y manejar los dispositivos móviles en igualdad de condiciones o denunciar la violación de un derecho, por ejemplo, siendo más empleas por los que tienen discapacidad visual (77%), seguidos de los que tienen discapacidad auditiva (73%), física (65%) e intelectual (50%).
Algunas de las aplicaciones más usadas son Siri, Google Talk Back o VoiceOver, que ayudan a interactuar con su dispositivo móvil a las personas con discapacidad visual, así como SVisual (comunicación telefónica entre personas sordas) o Disabled Park (localización de espacios accesibles para personas con movilidad reducida).
Pictogramas de la aplicación Jocomunico. / Telefónica
Barreras para acceder a los dispositivos inteligentes
Además, el 84% de las personas encuestadas afirma que las nuevas tecnologías han mejorado su calidad de vida global. De hecho, la mitad de los encuestados con empleo declara que puede desempeñar su puesto de trabajo gracias a la contribución de estos dispositivos.
No obstante, la participación de personas con discapacidad en el mercado laboral sigue siendo exigua y se espera que las nuevas tecnologías ayuden a incrementar su actividad en mayor medida.
Por otro lado, el 80% de los encuestados cree que el desarrollo de las tecnologías no ha ido acompañado de otras medidas de accesibilidad, lo que ocasiona situaciones de dependencia injustificadas. En general, siguen encontrando barreras para acceder a los dispositivos inteligentes, la mayoría de ellas de índole económica o formativa.