Un estudio del Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP) y la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFIC) estudia si introducir preguntas claves en las consultas de primaria permite detectar violencia doméstica y conocer su prevalencia entre las mujeres que van a las consultas.
El estudio se hizo sobre 400 mujeres seleccionadas aleatoriamente que se visitaban en las consultas de los Centros de Atención Primaria de Salud y de Atención a la Mujer de Sant Boi del Llobregat (Barcelona). Se excluyeron aquellas que se conocía sufrían maltrato.
Se creó un grupo control donde había una pregunta directa referente a la violencia doméstica, y un grupo intervención, donde además de la pregunta directa, se incluyeron 6 preguntas claves: relación con sus padres, con los de la pareja, si la pareja había sufrido maltrato, relación con la pareja, si se consentían las relaciones sexuales, y si la pareja se enfadaba cuando no se querían tener relaciones sexuales.
Si la paciente contestaba que "sí" a la pregunta sobre violencia doméstica, o se detectaba violencia doméstica a partir de las preguntas indirectas, se llenaba un cuestionario final para valorar: qué tipo de violencia doméstica presentaba, si se generalizaba a otros miembros de la familia, quien la realizaba, cuánto tiempo hacía que sufría maltrato, y si se había denunciado. En estos casos se volvía a citar a la mujer o se le ofrecía los diferentes recursos ya sean sociales, psicológicos o legales que la paciente necesitaba y disponibles en el municipio.
Resultados
Se detecta un 25% de prevalencia del maltrato, entre estas mujeres un 78% dice tener una buena relación con su pareja, y un 42.6% expresa que el matractament entiende a otros miembros de la familia.
Las mujeres que sufren maltrato han convivido con el agresor, como media, unos 14 años, y han sufrido maltrato durante unos 10 años aproximadamente. El tipo de violencia más frecuente es la psicológica, seguida de la física y la sexual.
Las autoras del estudio concluyen que hay que "hacer una buena detección para ayudar a las víctimas a salir del proceso. Es necesario crear un clima adecuado con intimidad y asegurar la confidencialidad para que la mujer exprese el problema sin miedo. Es muy importante preguntar, porque si no se pregunta, no se detecta ".