A pesar de los avances logrados, la realidad es que en el mundo científico sigue existiendo desequilibrio entre sexos en los salarios, en el número de investigadoras invitadas a hablar en conferencias, en el porcentaje de subvenciones recibidas y en las tasas de deserción. Un grupo de investigadoras y directivas ha diseñado un conjunto de medidas para romper el código de la desigualdad en ciencia, ingeniería y medicina.
“Todas ustedes han llegado lejos en la carrera científica. ¿Cómo lograron romper el código?”. Está fue la pregunta que Susan L. Solomon, consejera delegada y cofundadora de The New York Stem Cell Foundation (NYSCF), lanzó a las asistentes a la reunión inaugural de la conferencia Mujer en la Ciencia e Ingeniería, celebrada el año pasado en Nueva York.
A esta convocatoria asistieron 30 destacadas investigadoras y directivas en diversas fases de sus carreras, procedentes de varias disciplinas e instituciones. El objetivo fue “identificar fórmulas para que las mujeres no solo entren en ciencia, sino que permanecen, compitan y sobresalgan sin el lastre de la desigualdad”.
De esta reunión surgió un grupo de trabajo, presidido por Solomon, que para mejorar esta situación ha estado diseñando en el último año un paquete de estrategias, publicadas esta semana en un artículo de la revista Cell Stem Cell.
Según explica a Sinc Susan L. Solomon, principal promotora de la iniciativa, “las respuestas de las participantes confirmaron lo que ya se había reflejado en múltiples estudios: que a las científicas se les paga peor y tienen menores posibilidades de promoción”.
Estos desequilibrios –añade– “también se manifiestan en el número de mujeres invitadas a hablar en conferencias, el porcentaje de las subvenciones concedidas a investigadoras y las tasas más altas de deserción de las mujeres en todas las etapas de la carrera”.
Sin embargo, las participantes también estuvieron de acuerdo en que hay vías para que las mujeres progresen en la carrera científica. Eso sí, “dando un empujón con herramientas y recursos adecuados”, dice la responsable.
“El logro de la igualdad requiere atención constante y deliberada. La igualdad aún no es la norma. Tenemos que seguir avanzando cada día mediante nuestras acciones e interacciones con colegas y amigos. Y solo seremos capaces de hacerlo si somos conscientes de dónde estamos ahora y dónde queremos estar”, subraya Solomon.
En su opinión, “ya se han escrito demasiados libros blancos sobre este tema. Por eso el grupo de trabajo decidió proponer medidas que no solo permitan destacar el papel y el trabajo de las mujeres en los campos científicos, sino también establecer recomendaciones que ayuden a solucionar estos problemas”.
“Queríamos ampliar la perspectiva sobre el tema, ya que al fijarnos en los programas de diversidad de nuestras organizaciones, vimos que los resultados estaban bien, pero que se podrían mejorar bastante”, señala la cofundadora de NYSCF.
Las siete estrategias establecidas por el grupo de trabajo se dividen en tres categorías: las dos primeras son las de apoyo financiero directo, las tres siguientes son psicológicas y culturales, y las dos últimas son iniciativas de colaboración:
Cubrir gastos para los cuidados familiares
Organizar becas que permitan a los beneficiarios utilizar un determinado porcentaje de los fondos al pago del cuidado de niños y ancianos, o a gastos relacionados con la conciliación familiar. Esto proporcionaría una mayor libertad a las investigadoras para centrarse en el desarrollo profesional y participar en la comunidad científica.
Posibilidad de contratar mano de obra extra
Dedicar fondos y facilidades para que las investigadoras que también sean cuidadoras primarias puedan contratar técnicos, auxiliares administrativos o becarios posdoctorales.
Reclutar comités de revisión con una selección equilibrada de género
Adoptar políticas que garanticen que los comités de revisión por pares sean equilibrados y tengan un número suficiente de mujeres.
Incorporar declaraciones implícitas sobre el sesgo
Cualquier iniciativa que se someta a revisión de pares externos incluirá una declaración sobre los posibles sesgos implícitos de los colaboradores y reiterará el compromiso de la organización con la igualdad y la diversidad.
Considerar la educación como herramienta
Las instituciones académicas y los responsables de subvenciones deben educar a sus beneficiarios sobre los problemas que afrontan las mujeres en ciencia y medicina. Por ejemplo, la formación de la conciencia de género debe ser un componente estándar en los programas de orientación.
Crear informes institucionales para la igualdad de género
Se deben definir criterios cuantificables para evaluar la igualdad de género en las instituciones. Los informes deben informar de la relación entre el número de hombres y mujeres de un departamento académico y la política de representación femenina en los comités académicos o empresariales.
Ampliar las bases de datos de búsqueda de mujeres en ciencia, medicina e ingeniería
Al mejorar las bases de datos para que identifiquen a las mujeres científicas, estas podrán optar a puestos y actividades relevantes para la promoción profesional.
Referencia bibliográfica:
Kristin A. Smith,Paola Arlotta,Fiona M. Watt, The Initiative on Women in Science and Engineering Working Group,and Susan L. Solomon. "Seven Actionable Strategies for Advancing Women in Science, Engineering, and Medicine". Cell Stem Cell (5 de marzo, 2015)