El 13 de marzo de 1989 el físico británico Tim Berners-Lee presentaba el documento “Gestión de la información: Una propuesta” a su jefe Mike Sendall en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN). Cuando Sendal escribió las palabras “vago, pero apasionantes” en la cubierta del informe y dio permiso al autor para continuar, comenzaba el nacimiento de la revolución de la información de nuestro tiempo: la Web. Hoy, 20 años después, Berners-Lee ha vuelto al CERN para celebrarlo.
Un año después de la entrega del documento con la propuesta inicial, en septiembre de 1990, Berners-Lee recibió un ordenador llamado NeXT, y en diciembre se instaló y se puso en funcionamiento la web en el CERN, inicialmente sólo entre dos ordenadores.
Los comienzos de la historia y la prehistoria de la Web en el CERN se recuerdan hoy durante el acto de celebración que ha organizado la institución internacional, cuya sede se encuentra cerca de Ginebra (Suiza). El programa incluye un discurso de Tim Berners-Lee, y concluye con una serie de presentaciones de algunos de los pioneros de la web actual.
“Es un placer estar de vuelta en el CERN hoy”, dice Berners-Lee, que añade: “El CERN ha recorrido un largo camino desde 1989, y también lo ha hecho la Web, pero sus raíces siempre estarán aquí".
La web es sin duda la spin-off más conocida originada en el CERN, pero no es la única. Las tecnologías desarrolladas en el CERN han encontrado otras aplicaciones en dominios tan diversos como la energía solar y la imagen médica.
“Cuando los científicos del CERN encuentran un obstáculo tecnológico en el camino de sus ambiciones tienden resolverlo", dice el Director General del CERN, Rolf Heuer, “y me complace decir que el espíritu de innovación que permitió a Tim Berners-Lee inventar la web en el CERN, y al CERN a madurarlo, todavía sigue vivo ".
Nueva web para los jóvenes
Con motivo del 20 aniversario el veterano de la web Robert Cailliau también ha lanzado formalmente CERNland, un nuevo sitio web para gente joven. Esta iniciativa se ha desarollado para llevar la investigación en el CERN a una audiencia de edades comprendidas entre 7 y 12 años, mediante películas, juegos y aplicaciones multimedia.
“He estado involucrado en CERNland desde el comienzo”, dice Cailliau “y es estupendo ver al CERN utilizando la web para llegar a un público joven”.
Cailliau, al igual que Tim Berners-Lee, ha estado implicado en la web desde el principio. Aunque Berners-Lee desarrolló la tecnología de la web, Cailliau diseminó el nombre en el CERN, y más tarde más allá de sus fronteras.
Los jóvenes forman una audiencia importante para el Laboratorio Europeo de Física de Partículas teniendo en cuenta la creciente demanda de graduados con conocimientos de Física, y el descenso en el número de universitarios en esta disciplina.
“La sociedad necesita más físicos a través de una gama de industrias”, dice el Director General del CERN, Rolf Heuer, “y la manera de atraer a los jóvenes hacia la Física es interesarles pronto con el tipo de ciencia que hacemos aquí en el CERN, abordando algunas de las preguntas fundamentales sobre el origen de nuestro Universo”.
CERNland se ha desarrollado con ayuda de los profesionales de la educación, y con la asistencia de algunos de los jóvenes que forman el público al que se pretende llegar, teniendo en cuenta sus sugerencias a la hora de definir el diseño del sitio web.
“Ha sido muy gratificante dejar que un grupo de estudiantes se perdiera en CERNland”, dice el responsable de desarrollar el sitio web, Sivano Gennaro. “Ha sido increíble ver la facilidad con la que han participado y lo rápido que han aprendido”, añade.
Investigadores del Instituto de Física Corpuscular han logrado medir en el laboratorio la formación de un elemento clave en la evolución de la composición química de los elementos pesados. Un isótopo de este elemento, el Plomo-204, se produce en estrellas gigantes rojas, responsables de la creación de la mitad de los elementos más pesados que el hierro en la naturaleza.
La Real Academia Sueca de las Ciencias ha premiado a los investigadores John Hopfield, de la Universidad de Princeton (EE UU), y Geoffrey Hinton, de la Universidad de Toronto (Canadá), por sus descubrimientos e inventos que permiten el aprendizaje automático con las redes neuronales artificiales.
