El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) fue informado ayer del robo en Pozuelo de Alarcón (Madrid) de una caja fuerte en la que se guardaban dos fuentes radiactivas. Las fuentes son de baja actividad, pero podrían entrañar riesgos si se abre o manipula el embalaje que las contiene.
En la tarde de ayer se comunicó al CSN la sustracción de dos fuentes radiactivas autorizadas de baja actividad (una de cesio-137 y otra de californio-252) en las instalaciones de la empresa Aplicaciones Tecnológicas de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.
El material radiactivo sustraído, que se emplea para calibrar medidores de precisión en pórticos de acerías o puertos, estaba en el interior de su embalaje habitual (con unas dimensiones 12x12x15 cm) dentro de una caja fuerte, el objeto del robo. Su desaparición ya ha sido notificada a la Policía.
La caja dispone de la correspondiente señalización de material radiactivo, es decir, el dibujo de un trébol radiactivo con la leyenda que advierte de la existencia de contenido con ese tipo de material.
Las fuentes radiactivas están protegidas en el interior del embalaje, por lo que, en principio, no entrañan riesgos radiológicos mientras este se mantenga íntegro y cerrado. Sin embargo, sí podrían presentarse riesgos en caso de apertura o destrucción de la caja, ya que las fuentes podría quedar desprotegidas.
Por este motivo, cualquier persona que localice la caja debe evitar su manipulación y avisar inmediatamente a las autoridades, Policía o servicio de atención de urgencias en el teléfono 112.