Psicólogos chilenos afirman que los mineros tendrán que "reconstruir sus vidas"

Los responsables de la salud de los 33 mineros chilenos vigilan que el aumento de la presión cardíaca y la imposibilidad de sueño producto de la ansiedad no se transformen en obstáculos para sacar a los trabajadores de la mina San José en la Región de Atacama de Chile, donde permanecen atrapados a 700 metros bajo tierra desde el pasado 5 de agosto. El aspecto técnico del rescate más grande de la historia funciona, pero la parte psicológica es crucial para el éxito de la operación.

Psicólogos chilenos afirman que los mineros tendrán que "reconstruir sus vidas"
Alex Vega, uno de los 33 mineros atrapados, después de ser rescatado hoy. Foto: Secretaria de Comunicaciones de Chile.

Paulina Verdejo, psicóloga de Punto de Encuentro de la Universidad Técnica Federico Santa María (Chile), sostiene que “existen aspectos cognitivos y emocionales a la hora del rescate, ya que esta situación durará muchas horas y es necesario que los mineros mantengan pensamientos positivos, que se concentren en las imágenes que tienen de sus seres queridos, que logren visualizar su vida fuera de la mina, que piensen en lo que implica esa ansiada libertad, en el aire, la luz, entre otros”.

“El que se focalicen en estas imágenes les dará la fuerza y tranquilidad para afrontar este último paso. De este modo apartarán los pensamientos negativos que se puedan producir por el temor al encierro de la cápsula u otras eventualidades que pudiesen suceder”, puntualiza la experta.

La psicóloga chilena dice que “es conveniente que los mineros tengan una pequeña inducción para encarar situaciones no previstas que puedan ocurrir dentro de la cápsula, enseñarles a manejar síntomas psicofísicos que puedan detonar su angustia o su ansiedad, como por ejemplo el control de la respiración”.

Verdejo señala que “la vivencia post mina va a ser distinta en cada minero, y afrontar esta vivencia va a estar determinada en las capacidades y habilidades que cada uno tenga para sobrellevarlo”. En cuanto a los problemas que se podrían suscitar luego del rescate, la profesional dijo que “pueden sufrir trastornos adaptativos, por estrés, del estado de ánimo, etc.

Es por esto que es importantísimo realizar un acompañamiento psicológico tanto para el minero como para su familia, para así poder lograr una reinserción en la sociedad de la mejor manera posible ya que su cotidianeidad cambiará profundamente después de estos meses de encierro”.

Saber manejar el acoso mediático

Según la investigadora, saber manejar el acoso mediático también es un punto fundamental. “En este renacer desde las profundidades del yacimiento de San José, los mineros pasarán de ser personas anónimas a personas públicas, y se verán enfrentados a reconstruir su vida de un modo distinto al que estaban acostumbrados. Esto puede ejercer una presión innecesaria en algunos de ellos, ya que por la vivencia que tuvieron ya no serán los mismos previo al momento en que se quedaron atrapados”.

“Probablemente el acoso mediático va a gatillar diversas reacciones por parte de los rescatados, desde los que se sentirán cómodos con esto hasta los que se retraerán y pondrán los límites. Lo importante es que este tema no los desestabilice emocionalmente y que puedan pasar los procesos psicológicos que corresponden”, afirma.

La inminente salida de los 33 mineros atrapados marca el fin del encierro, pero el inicio de una nueva etapa en estos trabajadores. Para Sergio González, académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), este accidente ha provocado una renovación en el sentido de la vida. El psicólogo explica que tras vivir una experiencia tan fuerte, se produce un quiebre biográfico, lo que se traduce en “una resignificación del proyecto de vida, su existencia y plantearse nuevos propósitos” en los trabajadores atrapados en la mina San José. Así, se explicarían las decisiones manifestadas por algunos de los mineros como el matrimonio o el cambio de oficio.

El psicólogo aclara que los trabajadores sepultados están en una situación de estrés postraumático debido a la experiencia extrema por la que atravesaron y la adaptación a las condiciones de subsistencia. De acuerdo al especialista, los trabajadores podrán contar la historia “cuando quieran y como quieran. Lo sano es que no se sientan impedidos en una lógica de retorno permanente y memoria sistemática a lo que ha sido su drama”. Frente a lo anterior, el psicólogo recalca que “antes que todo, los trabajadores son víctimas y es importante que ellos pongan los límites” frente al interés mediático por su intimidad.

Según el experto chileno, los mineros tendrán que aprender a manejar y enfrentar los episodios de exposición venideros tanto por el interés de la prensa, como por la efervescencia social que provoca este rescate. El académico asegura que para este acoso mediático los trabajadores y sus familiares “contarán con la dirección y contención dadas por los especialistas”.

Además, el acostumbramiento de los mineros a estos cambios requiere retomar la cotidianidad perdida y el rol de sus cercanos. “La familia tiene que dar el apoyo y afecto, permitir que vuelvan a domiciliarse y así recuperar la habitualidad de la vida normal”, apunta González.

Para González la ansiedad es "totalmente normal" frente al encierro y situación de desesperanza experimentada por los mineros atrapados. Este sentimiento se produce por el síndrome de activación en la sangre en donde aumenta la cantidad de adrenalina, como respuesta de preparación del organismo frente al rescate deseado por tanto tiempo.

Fuente: USM/USACH/DICYT
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