Las plantas, las cosechas y los árboles absorben de modo natural el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera durante la fotosíntesis, y posteriormente extienden el carbono sobrante a través de sus raíces, a la tierra circundante, y luego éste escapa de nuevo a la atmósfera. Un equipo de la Universidad de Newcastle pretende diseñar, por primera vez, suelos capaces de eliminar el carbono de la atmósfera de modo permanente y rentable.
El equipo de investigación multidisciplinar, formado por ingenieros de obra civil, geólogos, biólogos e investigadores del suelo, y dirigido por David Manning, profesor de Ciencias del Suelo de la Universidad de Newcastle, opina que “hace tiempo que los científicos conocen las posibilidades de usar el suelo como sumidero de carbono”. Sin embargo, Manning indica que “nadie ha tratado de diseñar suelos específicos para eliminar y bloquear de modo permanente el carbono”.
Cuando los investigadores confirmen la viabilidad de este método de fijación del carbono, podrán elaborar un modelo informático que permita predecir la cantidad de carbonato cálcico que se formará en cada tipo concreto de suelo, y a qué velocidad. “El software nos ayudará a diseñar suelos con características óptimas desde el punto de vista de reducción del carbono”, añade el profesor. Según los investigadores, “una de las ventajas esenciales es que este método supone bajos costes respecto a otros procesos para combatir el cambio climático”.
El estudio, financiado por el Consejo de Investigación de Ingeniería y Ciencias Físicas inglés, considera que en los suelos que contienen silicatos portadores de calcio, tanto naturales como artificiales, el carbono que surge de las raíces de las plantas podría reaccionar con el calcio para formar el carbonato cálcico mineral, un compuesto inocuo. A continuación, el carbono quedaría bloqueado de modo seguro en el carbonato cálcico, que simplemente permanece en el suelo, cerca de las raíces de las plantas, como revestimiento de los guijarros, o en forma de gránulos.
Método de fijación del carbono
Los científicos están investigando si este proceso sería recomendable para el cultivo de plantas y cosechas en lugares en los que ya existen suelos ricos en calcio. De esta forma, crearía oportunidades para desarrollar suelos “a medida”, es decir que contengan silicatos de calcio, o plantas específicas que optimicen el proceso de captura de carbono. Estos suelos podrían desempeñar un papel importante en la reducción del carbono en todo el planeta.
El equipo tratará en primer lugar de detectar carbonato cálcico en suelos naturales que se han desarrollado sobre rocas ricas en calcio, o que han sido expuestos a polvo de hormigón (que contiene silicatos de calcio artificiales). A continuación, estudiarán suelos artificiales producidos en la Universidad a partir de una mezcla de compost y roca rica en calcio. Por último, cultivarán plantas en suelos especialmente elaborados con una elevada concentración de silicatos de calcio, y así, monitorizarán la acumulación de carbonato cálcico en ellos.
Manning y su equipo subraya que existen importantes posibilidades de incorporar suelos ricos en calcio que bloquean el carbono a la rehabilitación de suelos, la recuperación de tierras y otros proyectos urbanísticos. Dan el ejemplo del cultivo de cosechas destinadas a bioenergía en dichos suelos que podría ser una opción “atractiva”.
“El proceso que estamos investigando podría contribuir entre un 5 y un 10% a los objetivos de reducción de carbono del Reino Unido en el futuro”, afirma el profesor Manning. “Podríamos ver aplicaciones en 2 o 3 años y a corto plazo podría haber varios éxitos en el sector de rehabilitación de suelos”, concluye.