La población extranjera se concentra en los sectores más afectados por la crisis. Esta tendencia, unida a la abundancia de los contratos temporales y a los menores niveles de cualificación y de experiencia laboral de las personas inmigrantes, explica que la mala situación económica les haya golpeado con mayor dureza que a la población española.
Hasta 2007, la ocupación de trabajadores extranjeros y españoles era muy similar, rozando una tasa de empleo del 90%. Este equilibrio se veía truncado por la crisis económica, que ha reducido alrededor de 10 puntos porcentuales la tasa de empleo total y que ha afectado, en mayor proporción a la población inmigrante.
“La concentración de los trabajadores extranjeros en las ocupaciones y los sectores más perjudicados por la crisis explica, en gran medida, por qué están sufriendo más pérdidas que los españoles”, señala Jacobo Muñoz Comet, investigador del Departamento de Sociología II de la UNED y autor principal del estudio.
Según datos de la Encuesta de Población Activa, mientras que casi un 70% de los extranjeros se encontraba trabajando entre 2008 y 2010 en ocupaciones de nivel de cualificación más bajo, menos de un 35% de los españoles trabajaba en esos puestos. A la construcción, el sector más golpeado por la crisis, se dedicaba casi la mitad de los inmigrantes.
Menores diferencias entre mujeres
El artículo, publicado en Cuadernos de Información Económica, refleja que estas diferencias disminuyen en el caso de la población femenina. “La brecha entre españolas y extranjeras en los años de crisis económica no es tan grande como la observada entre los varones españoles y extranjeros”, explica Muñoz Comet.
El sector de los servicios al consumidor ha sido el que más pérdidas de empleo ha registrado entre la población femenina, más de un 30%. Entre 2008 y 2010, el peso relativo de las trabajadoras foráneas en esta área era cuatro veces superior al de las españolas, una tendencia que se invierte con el segundo sector más afectado: el de la distribución y el comercio, donde las trabajadoras españolas superaban a las extranjeras.
No se aprecian diferencias entre sexos a la hora de identificar la nacionalidad más afectada por el desempleo, que es la africana, tanto en hombres como en mujeres.
En cuanto al tipo de contrato, más del 70% de las pérdidas de empleo se correspondieron a la modalidad temporal. La población extranjera también en este caso, fue contratada en mayor proporción con esta fórmula: un 50% de los inmigrantes varones tenía un contrato temporal frente al 23% de españoles. En mujeres el porcentaje es similar, con un 40% de extranjeras empleadas de manera temporal frente a un 28% de españolas.
El capital humano, garantía de éxito
El estudio revela, por tanto, que los trabajadores extranjeros están concentrados en aquellos puestos de trabajo que, durante la crisis económica, se han perdido con más facilidad, como es el caso de la construcción para los varones y de los servicios al consumidor para las mujeres. Sin embargo, los autores del artículo hallan que, con independencia del tipo de trabajo, la pérdida de empleo de la población inmigrante es, en términos relativos, siempre superior a la de la española.
“Las diferencias entre extranjeros y españoles en cuanto a nivel educativo, tiempo potencial en el mercado laboral español y experiencia en la empresa ayudan a explicar la mayor pérdida de empleo entre la población inmigrante”, afirma el investigador.
Estos tres factores sirven para medir un concepto conocido como capital humano, que hace referencia a las capacidades y habilidades de las personas y que resulta clave para comprender la situación laboral de la población.
El sociólogo estudia ahora si la población extranjera recupera el trabajo con mayor rapidez que la población autóctona. A la espera de concluir la investigación, “la probabilidad de recuperar el empleo durante los años de la crisis económica parece bastante parecida entre todos los grupos de nacionalidad, algo que no sucedía antes de 2008”, adelanta.
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