Un estudio de Universidad Pompeu Fabra de Barcelona ha demostrado que los museos y ferias de ciencia tienen efectos positivos en el sistema educativo y en la identidad e imagen de las ciudades en las que se ubican. La investigación ha estado financiada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología.
La Universidad Pompeu Fabra (UPF) ha llevado a cabo un estudio que indica que los museos y ferias de ciencia tienen claros efectos positivos a largo plazo, tanto en sus visitantes como en las ciudades en las que se ubican. El trabajo ha sido realizado en seis ciudades españolas en el que se han analizado iniciativas de cultura científica como museos de ciencia, planetarios, ferias de ciencia, etc..
La investigación ha estado dirigida por Gema Revuelta, directora del Centro de Estudios de Ciencia, Comunicación y Sociedad de la UPF. Su financiación ha corrido a cargo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt).
La contribución de los museos y ferias al sistema educativo de la ciudad (y de las ciudades de su entorno) en la etapa escolar, el impacto en la identidad e imagen de la ciudad y la contribución a la oferta cultural y de ocio, son algunos de los beneficios más obvios, según el trabajo. También funcionan como un medio de información para el ciudadano sobre cuestiones de ciencia, agregan los autores.
Impacto emocional en los visitantes
En cuanto a los visitantes, a corto plazo, destaca el impacto emocional que produce la experiencia y el despertar de su curiosidad por un tema.
A largo plazo, los visitantes repetitivos destacan la percepción de que estas experiencias contribuyeron a su propia formación en la etapa escolar (y en algunos casos también a la formación continuada de los adultos), así como un aumento en la percepción de su ciudad en su faceta más científica y de generación de conocimiento. Además, se consideran ahora mejor informados que otras personas respecto a unos temas particulares, buscan más información, hablan sobre estos temas con sus conocidos o incluso dicen ser hoy unos auténticos aficionados.
Según Revuelta, “los responsables políticos locales y los representantes de los entornos académico y del mundo empresarial, deberían tener en cuenta estos resultados a la hora de planificar las actividades culturales de una ciudad o de establecer planes estratégicos para la misma”.
El estudio ha utilizado metodologías de análisis de tipo cualitativo (12 grupos con participación de casi 100 voluntarios, representantes de la ciudadanía en general, y ocho entrevistas a distintos responsables de los centros analizados). Los autores han utilizado un programa de análisis de datos cualitativos asistido por ordenador (Atlas Ti WIN versión 7.5).