Los españoles valoran a los científicos, pero reprochan que no tengan en cuenta otras opiniones

Un estudio elaborado desde la FECYT aborda por primera vez el populismo científico en nuestro país. Es un fenómeno aún minoritario, pero con más repercusión desde la pandemia, sobre todo en internet.

virólogo trabajando en un laboratorio
Populismo científico se entiende como un conflicto entre dos grupos: la gente normal y una élite académica que persigue un interés o sus propios beneficios. / Freepik

La Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) ha realizado una encuesta pionera en España para analizar las actitudes populistas en relación con la ciencia. Los resultados de la investigación, recogidos en el informe “Confianza en la ciencia y populismo científico en España”, examinan también el consumo de información científica y la percepción pública del papel de la ciencia en la política y la sociedad.

El estudio, dirigido por los investigadores en sociología Celia Díaz Catalán (Universidad Complutense de Madrid) y Pablo Cabrera Álvarez (Universidad de Essex), está construido a partir de 978 entrevistas realizadas a ciudadanos que usan internet en España de forma habitual.

Populismo científico se entiende como un conflicto entre dos grupos: la gente normal y una élite académica que persigue un interés o sus propios beneficios

Celia Díaz Catalán (Universidad Complutense de Madrid)

“Populismo científico se entiende como un conflicto entre dos grupos: la gente normal y una élite académica que persigue un interés o sus propios beneficios”, ha explicado Cabrera Álvarez en un briefing organizado por el Science Media Center (SMC) España. “Es un concepto que se toca con antiintelectualismo y con confianza, pero no son exactamente lo mismo”.

Los resultados arrojan que, en general, el apoyo a la ciencia es mayoritario en nuestro país: un 70% estima que las personas deben orientarse por los científicos a la hora de tomar decisiones sobre su estilo de vida, una cifra que aumenta a la hora de juzgar las acciones políticas: ocho de cada diez piensan que las decisiones gubernamentales relacionadas con la ciencia deben depender en gran medida de la orientación de los científicos. 

Una enorme mayoría apoya también que “debería destinarse más dinero a la investigación científica”.

Niveles similares entre hombres y mujeres

Entre quienes discrepan y muestran un mayor grado de populismo en asuntos científicos, cabe señalar que el nivel es similar en hombres y mujeres, y tampoco varía significativamente según el hábitat urbano o rural ni con la edad. Sin embargo, sí se ha detectado una relación entre el nivel de religiosidad y esta visión antagónica entre los científicos y “gente corriente”.

“La población española apoya que la ciencia sea comunicada al público general, pero también transferida para el diseño de políticas públicas”, indica Díaz Catalán, codirectora científica del estudio. No obstante, los datos del estudio reflejan también que existe una mayoría que percibe que la investigación no aborda temas relevantes para ellos, o que los científicos no tienen en cuenta otras opiniones.

Los resultados arrojan que, en general, el apoyo a la ciencia es mayoritario en nuestro país

Concretamente, en una escala del 1 al 5 sobre las cualidades que se atribuyen a los científicos, las más valoradas fueron “Son inteligentes” y “Están cualificados”. Con respecto a las que menos, el estudio indica que “solo una minoría considera que los científico/as están muy abiertos a recibir retroalimentación (15,6%) o que prestan mucha atención a las opiniones de los demás (14,7%)”.

“La ciencia no se rige por el principio de autoridad, por lo que no deberíamos esperar un apoyo basado en ella”, dice Cintia Refojo, responsable de la Unidad para el Avance de la Comunicación Científica de FECYT y coordinadora del estudio. “Es necesario un esfuerzo por ser más transparentes y por comprender las preocupaciones de la sociedad”.

La preocupación del cambio climático

El informe también aborda las principales emociones que suscita el cambio climático entre los españoles. Entre ellas encontramos la indefensión, el pesimismo o el enfado, y la evidencia de que estas emociones se intensifican entre quienes confían más en los científicos que investigan sobre este tema. Una mayoría de los encuestados respalda la adopción de medidas contra el cambio climático.

El estudio de FECYT forma parte del proyecto internacional TISP (Trust in Science and Science-Related Populism), un consorcio que reúne a más de 240 investigadores en 68 países con el objetivo de analizar la confianza en la ciencia por parte del público. Algunos de los resultados globales de esta iniciativa han sido publicados recientemente en la revista Nature Human Behaviour.

Fuente:
FECYT
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